BALONCESTO

Tito: De repartir tapones a ser consejero juvenil

Reside en el estado de Michigan, Estados Unidos y su trabajo es educar a los jóvenes para que puedan reinsertarse en la sociedad

Tito Horford, a la derecha, fue el primer dominicano en actuar en la NBA. Aquí junto a su hijo Al Horford.

Tito Horford, a la derecha, fue el primer dominicano en actuar en la NBA. Aquí junto a su hijo Al Horford.

Durante su carrera como jugador profesional de baloncesto, Tito Horford fue reconocido como un gran defensor del aro, especialista en propinar bloqueos gracias a su alta estatura (7 pies, una pulgada) y a su habilidad para saltar.

Ahora, establecido en el estado de Michigan en los Estados Unidos, el exintegrante de la selección nacional emplea su tiempo y energía en tapar a la delincuencia y poner pantallas para que los jóvenes puedan escapar de la cerrada defensa de ese mal social.

“Luego de salir de la NBA comencé a estudiar Justicia Criminal y he estado trabajando para el departamento de delincuencia juvenil en el estado de Michigan. Soy empleado de la Corte, una especie de mentor para los jóvenes”, dice al ser entrevistado por el editor deportivo de LISTÍN DIARIO en el encuentro digital de Actualidad Deportiva.

Horford fue el primer jugador dominicano que vio acción en la NBA. Fue seleccionado por los Bucks de Milwaukee en la segunda ronda (pick 39) en el sorteo de talentos del año 1988. Tuvo una breve experiencia que incluyó otra parada en la liga en 1992 con los Bullets de Washington.

“Es un trabajo muy fuerte ya que intentamos sacar a los jóvenes de las pandillas, de las calles, darles orientación y consejos, ayudarles con su educación así como a conseguir empleo cuando salen de la cárcel”, añade.

Confiesa que su estatura le ha ayudado a infundir “respeto no temor”, entre los jóvenes con los que trabaja, que lo tratan de “Míster Horford” ya que en ocasiones las cosas se tornan difíciles. Uno de sus compañeros de trabajo es Larry Johnson, hermano del afamado exjugador nativo de ese estado, Magic Johnson.

“Creo que he trabajo con cientos de jóvenes en todos estos años (10). Tenemos una escuela, ellos viven ahí hasta que cumplen su pena. Luego de los 18 años, si es un crimen mayor los mandan a la cárcel, tienen que ir donde están los adultos”, comenta.

Tito, quien además de español e inglés habla y entiende un poco de portugués, laboró con anterioridad para el servicio de refugiados con personas de Kosovo, Cuba y otros países, así como intérprete para la corte estatal.

Caso de Al

Con relación a la decisión del Thunder de Oklahoma City de no usar más durante la temporada de la NBA los servicios de su hijo Al, expresó que es una prerrogativa del equipo y que obedece a una política para mejor sus posibilidades de cara al próximo draft.

“Ellos ven que no van a clasificar, pueden conseguir un mejor jugador en la lotería del draft y quieren ver el desarrollo de los jóvenes de su equipo. A Trevor Ariza le pagaron estando en su casa y a George Hill lo cambiaron luego de que se lesionó”, explicó Tito.

Dijo que Al ha aceptado la situación en paz y tranquilia ya que ha recibido un trato profesional por parte del equipo.

Al, a quien le restan dos años y 53 millones de dólares del contrato por 4 temporadas y 109 millones que firmó hace un par de años con los Sixers de Filadelfia espera que en el verano pueda ser transferido a un equipo más competitivo.

“Estaba teniendo una buena temporada en salud, pero ellos tienen el derecho de hacer ese tipo de cosas como lo que pasó en los casos de Andre Drummond, Blake Griffin y LaMarcus Aldridge”, recordó Tito.

Sin embargo, estos últimos jugadores optaron por un movimiento de compra de contrato para irse de los Cavaliers a los Lakers (Drummond), de los Pistons (Griffin) y los Spurs (Aldridge) a los Nets.

“Al es un competidor, le gusta estar en acción, pero en este caso no tiene el control. Solo tiene que escuchar y hacer lo que tiene que hacer. Mantenerse vigilante, no perder el enfoque y seguir practicando”, agregó Tito.

Evolución del deporte

A pesar de ser escogido en la segunda ronda, los Bucks le aseguraron un contrato de 3 años y 700 mil dólares, que era un buen dinero para ese entonces.

“Fue una bonita experiencia. Era un juego más físico, de media cancha. El juego ha evolucionado, los jugadores de ahora son más versátiles y hasta los 7 pies están lanzando de tres. En mi tiempo era más fuerte, teníamos que viajar en aviones comerciales, no en privados como ahora”, expresó.