¡Mucho cuidado!
La belleza de Tanya Rodríguez puede engañar
es medallista de oro panamericana en karate
Aunque tiene un físico que le pudiera llevar a brillar en el campo de la belleza y la moda, Tanya Rodríguez ha preferido pasear su talento por el tatami.
El kimono blanco con el que ha puesto a sonar el himno de República Dominicana en importantes campeonatos internacionales, sustituye con frecuencia los trajes de noche, casuales o de playa que utiliza en un día a día que no incluye pasarelas.
El sudor emanado del rostro de la joven karateca cuando entrena, pero sobre todo cuando está en el fragor del combate, reemplaza gran parte del día los maquillajes del cosmético mundo de la belleza y que, naturalmente, utiliza cuando la ocasión lo amerita.
Escuchar el canto patrio mientras observaba como lentamente se iba elevando la bandera nacional luego de haber conquistado la medalla de oro en los pasados Juegos Panamericanos de Lima, Perú, le produjo una satisfacción superior a la que pudiera sentir si llevara sobre su cabeza la corona de Miss.
Como toda mujer, ella se siente halagada cuando le resaltan las bondades de físico, su linda cara y bien delineado cuerpo, pero no más.
“Eso no es lo principal. Estamos en un mundo que siempre está cambiando. El deporte me gusta más”, manifiesta Tanya, una versátil atleta que antes de escoger al rudo deporte como su principal incursionó en el baloncesto, béisbol, softbol, voleibol y atletismo en Lincoln High School.
“Mucha gente ve el karate como un deporte brutal, muy físico, más para los machos”, expresa Tanya, quien nació en Yonkers, Nueva York, pero de padres dominicanos.
“Eso se entiende, pero no significa que las mujeres y las niñas no lo pueden practicar y destacarse. Es bien importante enseñarle eso”, subraya en un entendible español que la delata su procedencia.
Su potencial en el karate se hicieron tan evidentes que los entrenadores de los otros deportes que practicó le exhortaron a que se dedicara de lleno al karate.
“Les doy muchas gracias por todo el apoyo mis instructores de deportes me dieron, así como también los profesores. Ellos entendían cuando tenía que viajar por dos semanas para competencias y flexibilizaron con las tareas del curso y de esa forma no fallaba ni con mi deporte ni con la parte escolar”, declara.
Su pasión por este deporte aumentó cuando José Guerrero, su entrenador y padrastro, le dio la buena nueva de que si seguía mejorando tenía posibilidades de integrar la selección dominicana y, por tanto, representar al país en justas internacionales.
“Yo tenía la opción de representar a Estados Unidos porque nací aquí, pero preferí y me sentí mejor representando la República Dominicana porque aquí de aquí son mis padres”, explica Tanya, cuya madre Gisela Medina es oriunda de San Cristóbal e hizo vida en el municipio de Haina.
Impacto en RD
El presidente de la Federación Dominicana de Karate, José Luis Ramírez, destacó que Tanya tuvo un impacto inmediato como integrante del colectivo nacional, pues en su debut en un torneo en Colombia, conquistó la medalla dorada. en el año 2018.
Luego regresó al país para participar en los Juegos Nacionales, que tuvieron lugar en la provincia Hermanas Mirabal, y arrasó con el oro en su categoría 68 kilogramos, modalidad kumite.
“Además, Tanya es un joven muy sencilla, humilde y ha tenido una gran compenetración con sus compañeras de selección”, resaltó “Borola”, al tiempo de apuntar que la integración tanto de ella como de Sasha Rodríguez ha sido una bendición para la escuadra tricolor.