BASKET NCAA
Duarte y Figueroa ayudan a Oregon a avanzar
Chris Duarte, de Oregon, ejecuta un donqueo ante la mirada de su compañero y compatriota L.J. Figueroa, en el partido del torneo de la NCAA frente a Iowa.
Oregon se abrió camino a través de una temporada alterada por la pandemia llena de lesiones, pausas e incertidumbre para ganar un título de conferencia.
Cuando surgió otra complicación en el Torneo de la NCAA, los resistentes y adaptables Ducks se sacudieron y se dispararon.
A otro Sweet 16.
El dominicano Chris Duarte anotó 23 puntos y Oregon no mostró signos de oxidación después de un largo descanso, venciendo al sembrado número 2 Iowa 95-80 el lunes para llegar al Sweet 16 por cuarta vez en los últimos cinco Torneos de la NCAA.
Los Ducks fluyeron por el suelo y brillaron en la planilla, anotando el 56% de campo y acertando 11 triples. El dominicano LJ Figueroa conectó cinco triples mientras anotaba 21 puntos y Will Richardson agregó 19 puntos en un dominio ofensivo.
"Los muchachos lucharon, se mantuvieron juntos", dijo el entrenadora de Oregon, Dana Altman. "Estoy orgulloso de la forma en que respondieron".
Los Ducks, séptimos cabezas de serie (21-6), se colocaron en un lugar sin precedentes, avanzando a la segunda ronda de la Región Oeste sin jugar. Las múltiples pruebas positivas de COVID-19 de Virginia Commonwealth se encargaron de eso, dejando a Oregon con un descanso de nueve días desde que perdió en el juego por el título de la Conferencia Pac-12.
La ofensiva de Oregon zumbó como si estuviera recién saliendo de la línea una vez que la pelota subió, iniciando el primer lunes de juegos de segunda ronda del Torneo de la NCAA con una obra maestra.
Oregon pasa a enfrentarse a Southern Cal en el Sweet 16.
“Solo dijimos que mantengamos el pie en el acelerador”', dijo Duarte. "Lo hicimos y fue muy divertido".
Los dulces movimientos ofensivos de los Ducks dejaron a los Hawkeyes (22-9) agitados, un juego menos que los Sweet 16 por cuarta vez con Fran McCaffery.
Luka Garza jugó como un dos veces All-American, con jugadas de tres puntos, lances de salto de rango medio y dejando caer ocasionales triples. Coronó su carrera universitaria estelar al empatar el récord del Torneo de la NCAA de Iowa con 36 puntos y atrapando nueve rebotes antes de recibir una agradable ovación del limitado público permitido en Bankers Life Fieldhouse.