Stan Williams

El periodo de inicio del béisbol invernal dominicano, entre 1955 y 1961, fue dominado por los Leones del Escogido. Ganaron cinco de los primeros seis torneos celebrados y en el único que fallaron, el de 1958-59, batallaron contra los Tigres del Licey hasta el último juego de la serie final, perdiendo por una carrera. Para lograr esto contaron con un grupo de jugadores dominicanos, veteranos y emergentes que posteriormente florecieron como pioneros de la presencia dominicana en grandes ligas y un conjunto de importados de élite. Entre estos se destacó Stan Williams, un lanzador derecho fallecido el pasado día 20 de febrero que participó en tres de esos equipos campeones, logrando una actuación que sobresale como una de las mejores en la historia del circuito.

Era entonces un cotizado prospecto de los Dodgers poseedor de una poderosa bola rápida que no temía lanzar buscando la anatomía del adversario. En su paso por la liga dejó un Promedio de Careras Limpias de 2.37 en 342 episodios, el segundo mejor de la historia entre los extranjeros que han completado por lo menos trescientos capítulos, superado solo por Jay Ritchie (2.29/358.1), y es uno de apenas diez con ese mínimo de entradas. Su actuación en la Serie Final de 1959 fue memorable, registró tres triunfos completando los dos juegos que inició. Ese año los Leones constituyeron una maquinaria formidable en la que Williams se destacó lanzando en 173 episodios, en total, con marca de 15-6 y PCL de 2.60; aún cuando había trabajado en ese verano en 125 entradas con los Dodgers además de haber ganado la Serie Mundial.

En ese torneo Williams logró la hazaña de no permitirle hits ni carreras a las Águilas Cibaeñas en un encuentro efectuado un 20 de noviembre de 1959 en Santiago; ponchó a siete y otorgó dos pasaportes alcanzando 92 puntos en la escala que mide el dominio del lanzador en un juego de nueve episodios. Esto es muy significativo. Un dominio de ese nivel, en el circuito, solo lo han logrado otros tres lanzadores, Danilo Rivas en 1960 (92), Tom Brennan en 1985 (93) y Balvino Gálvez en 1988 (94).