Grandes expectativas con los Medias Blancas

Los Medias Blancas de Chicago clasificaron a los playoffs por primera ocasión en más de una década en 2020, y presentan una de las escuadras más excitantes en MLB. Considerando los movimientos que hicieron en la temporada muerta y la natural evolución de sus jugadores jóvenes, podrían continuar su ascenso en la temporada que inicia en unas semanas.

Además de retener a su núcleo casi completo, la gerencia del equipo agregó al abridor Lance Lynn, al cerrador Liam Hendriks y al jardinero derecho Adam Eaton. Además, tendrán el regreso del talentoso lanzador derecho Michael Kopech, recuperado de una cirugía Tommy John.

El núcleo ofensivo es muy atractivo, con la combinación de José Abreu (JMV de la LA), Tim Anderson, Eloy Jiménez, Yoan Moncada y Luis Robert, además de Eaton y Yasmani Grandal.

Los Medias Blancas también podrían adicionar a Andrew Vaughn, uno de los principales prospectos ofensivos del negocio, quien parece estar casi listo para enfrentar las exigencias de MLB. Si Vaughn hace el equipo, compartiría las posiciones de inicialista y designado con Abreu, agregando otro bate de respeto a una temible alineación. No debe causar sorpresa si los Medias Blancas terminan entre los líderes en carreras anotadas de la Liga Americana.

La presencia de Lynn le da profundidad a una rotación que también incluye a Lucas Giolito, Dallas Keuchel, Dylan Cease y probablemente Kopech.

El australiano Hendriks ha sido uno de los relevistas más dominantes del béisbol en los últimos dos años, con PCL de 1.79 en 110.1 episodios, 39 salvamentos y una proporción de 13.1 ponches por cada nueve entradas. Será el cerrador del conjunto.

Estará secundado por Aaron Bummer, una máquina de conseguir rodados y el zurdo Garrett Crochet, quien dio el salto desde la Universidad de Tennessee a MLB el año pasado, gracias a una bola rápida que promedió velocidad de 100.2 mph durante su breve actuación con los Medias Blancas.

Este grupo será liderado por el septuagenario Tony LaRussa, quien regresa a la franquicia luego de dirigirla entre 1979 y 1986. El exitoso dirigente reaparece en este rol luego de 10 años fuera de uniforme. Tiene el compromiso de conectar con un equipo joven y de adaptarse a un béisbol muy diferente al que dejó cuando se retiró en 2011.