Béisbol

“El tomate” en retirada: Bienvenido Rojas disminuye su ritmo para disfrutar de la familia y la vida

El ex editor deportivo de los diarios La Noticia, El Siglo, El Expreso, Listín Diario, Diario Libre, así como comentarista radial y televisivo, limita el incesante oficio a columnista.

Bienvenido Rojas en plena labor como comentarista de la Cadena Azul en la cabina del Estadio Quisqueya Juan Marichal (“Esto si es difiiícil Talúa”).

Darles más calor a sus nietos e hijos. Salir de pesca más a menudo y disfrutar del deporte desde las gradas eran de las cosas que más anhelaba hacer Bienvenido Rojas en el invierno de su vida, pero que el diarismo le impedía.

El paulatino retiro de “El Tomate” del incesante trajinar que tenía como Editor de Deportes del Diario Libre, de comentarista en el programa televisivo La Opción de la Mañana, por Digital 15, y en la Cadena Azul, de los Tigres del Licey, concluyó primer día de este año.

Afortunadamente, no será un adiós definitivo porque seguirá publicando su muy leída columna BRV (Béisbol, Record y Vivencia) en el matutino de la Abraham Lincoln.

“El periodismo es una profesión como la de los sacerdotes, uno nunca se quita el traje ni deja el bolígrafo”, expresa el connotado comunicador montecristeño de 69 años.

Su incursión en el diarismo fue en el año 1974 en el vespertino La Noticia, bajo la dirección de Silvio Herasme Peña.

Nathanael Pérez Neró, uno de sus más aventajados alumnos, apunta que Bienvenido Rojas ha sido parte de la transformación que se ha dado en los medios impresos desde las máquinas mecanográficas Underwood y Olivetti utilizada entonces hasta la computadora, pasando por los celulares Erikcson “o guaya hielo” hasta el iPhone X. “Rojas ha demostrado ser como los chiclets Dubble Bubble, se adapta a todas las mordidas”, considera el laureado redactor del Diario Libre en la semblanza que le hizo en 2018, cuando fue reconocido por la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo junto a los también “viejos robles” Tomás Troncoso, Roosevelt Comarazamy, Cuqui Córdova, Luis Fernández y Luis Márquez.

“Ya lo viví todo en el deporte, desde cubrir Serie Mundial, Juego de Estrellas, Mundiales de Fútbol, carreras de Fórmula Uno, las Olimpiadas, los campeonatos aquí a todos los niveles”, expresa Rojas con satisfacción.

“¿O sea, qué le falta a uno?”, se pregunta. “Con el discurrir del tiempo esos eventos que tenía que cubrir para un medio ahora lo ideal es ir a disfrutarlos desde otro ángulo”.

Considera que “después que se tiene casi 50 años en el periodismo (en su caso 48), como que uno tiene que coger las cosas un poquito más tranquilas. Pensar en los nietos, pensar en la vida y, sobre todo, en lo que uno ha podido conseguir, gracias a Dios. Soy un viejo, pero no le he perdido el gusto a la vida todavía.

Un whisky con hielo o un buen vino te reaniman los sentimientos”, subraya. “Yo comencé con menos de 20 años en esta profesión y ya tengo 70 y pico, por lo tanto creo que merezco un descanso para estar con mis nietos (Nicole, Brandon, Marién y Dhariana) sobre todo en esta época de pandemia”, destaca.

Obvio, que en la medida que lo permite el Covid-19 procura pasar más tiempo con sus hijos Bienvenidito, Feiby y Bianca Rojas.

“Tuve compañeros excelentes en las transmisiones, como Tomás Troncoso, mi hermano Roosevelt Comarazamy, que viajamos a muchísimos países en diferentes misiones y coberturas de eventos. También Max Reynoso, una institución del periodismo”, precisa sobre los otros miembros del “Grupo de los Cuatro”, el cual tenía un apretado calendario cubriendo los grandes circuitos de velocidad, invitados por las firmas Phillip Morris y E. León Jimenes para el Mundo Deportivo Marlboro.

Comarazamy señala que “con Bienvenido Rojas me ha unido una relación fraternal al lado de los nexos profesionales ya que hemos compartido transmisiones del Licey, fuimos fundadores de La Voz del Fanático, de La Cantina del Glorioso y hemos realizado juntos hasta anuncios de televisión”.

“La retirada del Tomate Bienvenido Rojas nos dejará sin uno de los editores deportivos más capacitados, eficientes y trabajadores de los últimos 40 años”, declara Rolando Guante, redactor de El Nacional. “Bienvo ha sido un gran trabajador de la crónica deportiva.

De los primeros que trabajó en los deprtamentos de prensa de equipos y en las estadísticas de los jugadores. Muy completo como periodista de prensa escrita: columnista, reportero y articulista. Fue buen comentarista de transmisiones, que siempre se fijaba en los pequeños detalles “,apunta Osvaldo Rodríguez Suncar. “Como un seguidor y admirador del trabajo de Bienvenido para mi ha sido un privilegio haber tenido la oportunidad de compartir cabina junto con él. Su experiencia y vivencias como periodista, además de su gran cultura, significaron una fuente de aprendizaje para mi”, señala Carlos José Lugo.

REACCIONES Roosevelt Comarazamy Siempre he admirado su dedicación al trabajo, el uso de las estadísticas en su época de reportero así como la chispa popular que emplea cuando emite sus opiniones. En el aspecto humano y social, hemos viajado juntos a muchos países y en todos ellos siempre ha sido mi compañero de habitación.

Rolando Guante Su gracia, memoria prodigiosa, arsenal estadístico y anecdotario colocan su página como una de las primeras en periodismo deportivo del país, donde siempre ocupará un lugar especial. Siempre he sido un fan del Tomate.

Osvaldo Rodríguez Suncar Yo creo que Bienvenido Rojas ha sido uno de los grandes de la crónica deportiva de la República Dominicana definitivamente. Un “allround”. Trabajó prensa escrita,radio, televisión, muy completo.

Carlos José Lugo Lo más importante para mí del tiempo que he compartido con Bienvenido es su bondad y gran corazón. Algo que me da mucho gusto compartir y decirles a quienes me preguntan sobre él es ese extraordinario don de gente y ser humano que es.

PERFIL Bienvenido Rojas Cronista deportivo Una vida dedicada al periodismo En fin, uno no se puede quejar del periodismo, tanto en la radio, como en televisión y la prensa escrita uno vivió y disfruto al máximo. Ahora a recordar esas vivencias y muchas veces ponerles el sello: si usted vivio esto usted es viejo, pero viejo de verdad.