Un año para olvidar

Ha concluido un año traumático en todos los aspectos. Sin duda, el año más complicado en mucho tiempo y tendríamos que remontarnos a la Segunda Guerra Mundial para encontrar un período en que la humanidad ha estado sumida en un estado de calamidad tan acentuado.

La aparición del coronavirus trastocó nuestras vidas de una manera inimaginable y el planeta se detuvo. La COVID-19 produjo una catástrofe que se nos vino encima sin previo aviso y para la que no estábamos preparados.

El deporte como todas las demás actividades del ser humano se vio afectado enormemente y ocurrió lo que jamás nos hubiera pasado por la mente, ni en nuestras peores pesadillas. Se suspendieron los Juegos Olímpicos, provocando que su celebración se pospusiera para julio de este año, si es que la pandemia lo permite.

Las ligas deportivas profesionales de todo el mundo se detuvieron de golpe en marzo y cuando pudieron reanudarse o dar inicio, se jugaron sin la presencia de fanáticos en las gradas.

A nivel local quedaron inconclusos los principales torneos de baloncesto, la Liga Dominicana de Fútbol celebró su torneo con ausencia de público, lo mismo que el campeonato de béisbol, que vio reducida su temporada regular a 30 partidos y apenas se montaron un trío de carteleras de boxeo.

Hubo un momento en que el deporte, incluso el recreativo, se paralizó por completo y sólo tuvo un respiro en los meses finales del año en que pudo practicarse en las disciplinas sin contacto físico entre los atletas.

Ante esa inactividad casi total, las nuevas autoridades del Ministerio de Deporte se dedicaron a concertar acuerdos a favor de los atletas, entrenadores y dirigentes federados y a reparar más de 400 canchas en todo el país con la colaboración de las alcaldías municipales y alianzas público-privadas, así como a iniciar trabajos de remozamiento de los principales complejos deportivos y multiusos del país, y de la Villa Olímpica.

Aunque no fue por causa del coronavirus, para colmo de males, cuatro valiosos y estimados miembros de la crónica deportiva dominicana fallecieron durante el funesto año 2020. Me refiero a los colegas Renaldo Bodden, Cuqui Córdova, Leo López y Miguel Ángeles.

Esperemos que la vacuna sea la ansiada luz al final del túnel y que pronto volvamos a la normalidad. Que así sea.

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