Una nueva aventura de la selección

Con la situación especial que enfrenta al mundo por la pan­demia del nuevo coronavi­rus, la selección nacional de baloncesto masculino saldrá el domingo y el lunes en busca de dos vic­torias que le allanarían el camino hacia su clasificación a la Americup del 2022.

El concepto de burbuja ha sido adop­tado en esta ocasión en los enfrentamien­tos frente a los quintetos de Cuba e Islas Vírgenes Estadounidenses, que se antojan más asequibles que los enfrentados en fe­brero ante Canadá que esta vez no quiso hacer el viaje por razones sanitarias.

Sin embargo nunca se puede confiar y menos en el deporte. Si bien en el balon­cesto casi siempre se impone el más fuer­te, las “sorpresas” se producen por el exce­so de confianza.

Y esta vez, los criollos no podrán con­tar con el aliento de las casi 8 mil perso­nas que siempre les apoyan cuando pue­den ser testigos presenciales de su juego ya que, por razones obvias, los encuentros se efectuarán sin la presencia de público.

Otro elemento novedoso será la incor­poración de jugadores que no estuvieron en la ventana anterior.

Con la ausencia del capitán Víctor Liz (en la burbuja del BSN de Puerto Rico) y Rigoberto Mendoza (en su primer expe­riencia jugando fuera del continente ame­ricano, en Israel) se abren dos importantes plazas. Tampoco se contará en esa oportu­nidad con los servicios del delantero y cen­tro Ronald Roberts Jr.

Esto significa que sus puestos deberán ser ocupados por jugadores que, si bien han estado cerca de la selección o se han mantenido en la periferia, nunca han teni­do roles tan determinantes como los juga­dos por los señalados anteriormente.

Se trata del capitán y tirador titular (Liz), su suplente y en ocasiones sexto hombre de lujo (Mendoza) y uno de los que más aporta en el juego fuerte debajo de los tableros (Roberts Jr.).

Será tarea del cuerpo técnico que lide­ra Melvin López, primero identificar los sustitutos ideales y luego colocarlos en las situaciones de juego adecuadas para que puedan aportar a la causa y sacarle prove­cho a sus talentos.

La situación en el Grupo C no puede ser más interesante. Todos los equipos tienen marca de 1-1 y solo tres terminarán clasifi­cando para la Americup.

Un par de triunfos entre domingo y lu­nes harían que los dominicanos pongan casi los dos pies en la próxima parada. Ojalá que así sea.