El valor de los jugadores en la NBA

La prontitud con la que se ha acordado retornar la acción para la temporada 2020-2021 en el baloncesto de la NBA comprimió el proceso de la agencia libre y ha provocado una avalancha de contrataciones.

Y dentro de estas se han producido algunas por cifras que sorprenden debido a las cantidades que se han dado a conocer y sus recipientes a quienes muchos cuestionan ya sea por su tiempo en la liga, su actuación o hasta su disponibilidad por su propensión a las lesiones.

Jóvenes valores como Jayson Tatum (Celtics) y Donovan Mitchell (Utah), que han demostrado ser figuras y franquicias para sus equipos han firmado extensiones de contrato que los llevarán a recibir alrededor de 195 millones de dólares por los próximos cinco años.

Pero también está la firma de Gordon Hayward por cuatro años y 120 millones de dólares con los Hornets de Charlotte tras dejar una opción de un año y 34 millones con los Celtics para los cuales “jugó” tres campañas, pero repleto de lesiones.

Y muchos cuestionan estos montos para estos y otros jugadores más cuando se conoce cuanto percibieron por toda su carrera talentos de la talla de Michael Jordan (93 millones), Magic Johnson (23) y Larry Bird (22).

Pues, en definitiva, lo que establece el salario y no el valor de un jugador en el baloncesto de la NBA es el pacto colectivo, la forma en la que se reparten los beneficios entre los dueños de equipos y los principales protagonistas.

La escala es progresiva y establece lo que le toca a cada uno en cada etapa de su carrera (novato, agente libre, veterano, etc.). Es la estructura del negocio no tanto lo que hizo, ha hecho o hará el jugador en la cancha lo que se traduce en su pago.

El valor, en este sentido, es algo inconmensurable. Nadie puede determinar, en su justa dimensión, el valor de jugadores como Jordan, Magic, Bird, Jabbar, Kobe, Shaq, Chamberlain, etc. Cualquier cifra de salario que se pueda poner delante de estos y muchos otros nombres históricos de la liga no igualaría el valor intrínseco que representan.

Ahora el negocio del baloncesto profesional de los Estados Unidos produce mucho más dinero que en la época que le tocó a esos portentos. Pero en su tiempo ellos también obtuvieron algunos de los mayores pagos que se permitían.

Es por eso que el valor de un jugador y lo que gana regularmente no van de la mano. Regularmente lo que perciben por lo que hacen en el terreno no es lo que valen, es lo que les toca dentro de la realidad histórica, de la circunstancia que le toca vivir.