El Deporte

Rojas estará por segundo año como manager de los Mets

Luis Rojas estará en su segunda oportunidad como dirigente de los Mets.

Nueva York. Los nuevos Mets se quedarán con el antiguo entrenador, al me­nos durante el próximo año. El presidente del equi­po, Sandy Alderson, dijo el lunes que mantendría a Luis Rojas como entrena­dor, algo que anteriormen­te solo se comprometía a ser “muy probable”.

Rojas, de 39 años, fue el primer hombre latino en dirigir a los Mets. Fue el segundo contratado pa­ra hacerlo, reemplazando a Carlos Beltrán, quien fue despedido menos de tres meses después de su con­tratación debido a su parti­cipación en el escándalo de trampas de los Astros como jugador.

“Estoy emocionado de ser el mánager bajo el liderazgo de Sandy y de intentar ga­nar una Serie Mundial”, dijo Rojas al Daily News. “Espe­ramos trabajar y hacer que nuestros fans se sientan or­gullosos”.

El nuevo propietario, Ste­ve Cohen, dijo en su confe­rencia de prensa introducto­ria que su objetivo era ganar un título dentro de tres a cin­co años, aunque Alderson frenó ligeramente ese lunes.

“No creo que estemos a un jugador de distancia”, di­jo Alderson. “Creo que nece­sitamos más que eso”.

Alderson insinuó que la oficina principal le daría a Rojas una “hoja de ruta” co­mún en otras organizacio­nes para la toma de deci­siones en el juego. También modificó el famoso y raído departamento de análisis de los Mets de la era Wilpon.

Rojas: Magnifica relaciones

“Como una persona que puede relacionarse con sus jugadores, tanto en térmi­nos de su trabajo profesio­nal, creo que es excepcio­nal”, dijo Alderson el lunes.

“Creo que en el lado pro­fesional, manejando un jue­go, será mejor. Necesitamos asegurarnos de que tenga todos los recursos necesa­rios para ser mejor y tomar buenas decisiones, no solo en base a su propio juicio, sino también a la informa­ción disponible. Está muy abierto a eso “.

Los Mets tuvieron mar­ca de 26-34 en su primera temporada como mánager, perdiéndose los playoffs a pesar de un campo de pos­temporada ampliado, pero la reputación de Rojas esca­pó en gran medida ilesa.

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