Friedman ha construido una gran maquinaria

Durante su carrera de 15 años como ejecutivo, Andrew Friedman ha liderado el Departamento de Operaciones de Béisbol de dos franquicias. Llama la atención que ambas se enfrentan en la Serie Mundial en curso. Notemos también que James Click, actual gerente de los Astros de Houston, es discípulo de Friedman y que Alex Anthopoulos (mandamás en Atlanta) también trabajó a las órdenes del ejecutivo de los Dodgers. Otro tanto ocurre con Chaim Bloom, principal ejecutivo de béisbol en Boston.

Son demostraciones de que la filosofía que utiliza Friedman para estructurar una organización ha sido exitosa, tanto en un equipo de bajo presupuesto (Tampa Bay), como en otro que es una máquina de hacer dinero (Dodgers).

La actual configuración del roster de los Dodgers es una demostración de la capacidad del ejecutivo de 43 años, que ciertamente se ha beneficiado del rendimiento de jugadores claves que heredó del anterior gerente Ned Colletti. En ese grupo están Clayton Kershaw, Cody Bellinger, Corey Seager y Kenley Jansen.

Combinando esos nombres con los movimientos que ha realizado en los últimos seis años, Friedman ha construido un roster caracterizado por su profundidad y versatilidad.

Todo inicia con el talento de las tres principales del conjunto: Mookie Betts, Bellinger y Seager. Pero el complemento también es excelente, encabezado por el veterano Justin Turner y el joven receptor Will Smith.

Los Dodgers cuentan con tres jardineros titulares con habilidad para jugar en el prado central: Betts, Bellinger y A.J. Pollock. Pero también cuentan con la versatilidad de hombres como Chris Taylor, Kike Hernández y Austin Barnes, todos con capacidad para desempeñarse en múltiples posiciones.

También presentan con un buen balance de poderío zurdo y derecho, dándole al dirigente Dave Roberts la posibilidad de utilizar múltiples combinaciones, ya sea alternando a Pollock con Joc Pederson, utilizando a Hernández como un arma contra lanzadores zurdos o colocando en la alineación contra derechos a Edwin Ríos.

Aunque la rotación de abridores pudiera ser más profunda y el relevo corto ha tenido sus altas y bajas, el pitcheo de los Dodgers tuvo el mejor PCL del béisbol en 2020.

Demostración de que Andrew Friedman ha construido un equipo balanceado que tiene la oportunidad de coronarse campeón por primera vez en 32 años, pero que también tiene los elementos para competir por muchos años.