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TRIPLE TEAM

Torres Gemelas vs. juego colectivo

Gracias a Dios y a la gran organiza­ción de la NBA se ha podido lle­gar a una conclusión de la tempo­rada del 2019-2020 con el inicio anoche de la serie final entre los Lakers de Los Angeles y los Heat de Miami.

El experimento de la burbuja en la ciudad de Orlando, específicamente en el complejo de Dis­ney World se ha saldado con un éxito en lo hu­mano –sin un solo caso de covid-19, así como en lo deportivo con unos excelentes playoffs aun­que para la terminación se ha tenido que hacer una inversión cuantiosa y los jugadores han te­nido que hacer sacrificios.

En lo deportivo han escrito una gran historia los protagonistas de la serie final. Uno de los fa­voritos desde el principio (Lakers) y una sorpre­sa (Miami) que con sus hechos se ha ganado, por derecho propio, su lugar en la final.

Contar con dos jugadores de la talla de An­thony Davis y LeBron James –dos de los mejo­res cinco de la liga- es un hándicap a favor de los Lakers, pero su sola presencia no es garantía de éxito.

Van a necesitar, como se evidenció durante las primeras tres rondas de los playoffs, de la co­laboración de sus compañeros – lo que era una incógnita, pero varios han dado el paso al fren­te (Rajon Rondo, Alex Caruso, Dwight Howard, Kentavious Caldwell-Pope, Markieff Morris, etc.).

Se puede contar con entre 55 y 60 puntos ca­da noche de los dos estelares.

Los Heat, de su lado, es un equipo construido sobre la base de la colectividad en ambos lados de la cancha y en el cual el héroe del triunfo en una noche cualquiera puede ser cualquiera.

Los laguneros tienen ventaja en la estatura, pero con la nueva forma de jugar el balonces­to tal vez no sea tal. Un poco más de experien­cia, sobre todo a nivel de finales, nunca cae mal, aunque el estar en un lugar “neutral” podría em­parejar las cargas. Los Heat mueven mucho el balón en la ofensiva, tienen buenos penetrado­res y excelentes lanzadores de tres puntos. Los Lakers deben apostar al contragolpe con el lide­rato de LeBron, pero solo luego de una buena defensa ya sea evitando los rebotes ofensivos o a través de las trampas y recuperaciones de balón.

Una de las apuestas exitosas de Erik Spoels­tra ha sido la defensa zonal con variantes e inter­cambios que les ayudó a dejar atrás de los Bucks de Milwaukee con Giannis Antetokounmpo y a otro equipo que se basa en lo colectivo como son los Celtics de Boston.

Los laguneros parecen mejor preparados tras enfrentar ofensivas similares a las de los Heat en sus series contra Houston y Denver. Miami no ha enfrentado un par de torres gemelas como LeBron y Davis. Pero eso es papel. Hay que tra­ducirlo a la realidad.

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