Tatis Jr. no vive solo del bateo
EL TORPEDERO DE LOS PADRES DE SAN DIEGO TAMBIÉN HA EXPERIMENTADO UNA MEJORÍA EN LA DEFENSA
El año pasado, Fernando Tatis Jr. tenía un problema. No era su ofensiva. El dominicano dio 22 jonrones, se robó 16 bases y tuvo una línea de bateo de .317/.379/.590 que fue mejor que la del Novato del Año Pete Alonso, autor de 53 cuadrangulares (claro, en menos visitas al plato).
Uno no pensaría que su problema era la defensa, gracias a sus apariencias diarias en las mejores jugadas. Pese a jugar apenas media temporada debido a las lesiones, lo que hizo Tatis en ese tiempo le permitió terminar tercero en las votaciones para Novato del Año de la Liga Nacional. A sus 20 años, dejó en claro que representaba el paquete completo y que iba a ser el próximo estelar de Grandes Ligas. Y lo es.
Pero sí, había un problema y Tatis sabía de qué se trataba.
“Quiero ser grande a la defensa”, les dijo Tatis a los reporteros en agosto de este año. “Fue un gran hueco para mí el año pasado, así que este año estamos cambiando y haciendo algo diferente”.
Tenía toda la razón del mundo. Por más jugadas espectaculares que se le vieran, Tatis fue calificado como uno de los peores defensores en la métrica de Statcast Outs Por Encima Del Promedio (su calificación de -13 fue la quinta peor). En enero, escribimos que “mientras 26 torpederos jugaron más entradas de sus 731.1, nadie en Grandes Ligas en cualquier posición tuvo más errores en tiro que él (14)”.
Peores campocortos defensivos del 2019 (Outs Por Encima Del Promedio): menos-16 Jorge Polanco, menos-14 Didi Gregorius, menos-13 Fernando Tatís Jr..
El total de errores no cuenta toda la historia. Uno puede hacer malas jugadas con batazos dictaminados hits dentro del cua
dro tan fácilmente como las que califican como errores—pero ya captas la idea. Tatis se perdió media campaña, pero cometió suficientes errores en tiro para empatar por la 19na mayor cantidad en una temporada en la era de los 30 equipos (desde 1998). Como se ve en este video, no eran las jugadas difíciles, sino las fáciles.
Números claros Eso se ve claramente en los números, en términos de distancia, tiempo, velocidad del corredor (con rodados). Si dividimos las jugadas en tres categorías no oficiales—“fáciles”, “medianos” y “difíciles”, se ve exactamente el problema.
Tasa de éxito estimada, Tatis, 2019: 80-100%: Outs Por Encima Del Promedio de menos-9, 40-80%: Outs Por Encima Del Promedio de menos-5, 0-40%: Outs Por Encima Del Promedio de +1.
En las jugadas difíciles (0-40%), Tatis fue bueno, un poco por encima del promedio. En las jugadas medianas (40-80%), fue pobre. En las jugadas fáciles (80-100%), fue pésimo. En otras palabras, fue mejor en jugadas difíciles que en jugadas fáciles.
Era preocupante. Tan recientemente como en febrero, The Athletic publicó un artículo titulado, “Por qué los Padres han ponderado la idea de poner a Fernando Tatis Jr. en el jardín central”, después de un invierno en que hubo rumores de que San Diego podía cambiar a Tatis a Cleveland por el puertorriqueño Francisco Lindor”.
Sin embargo, estaba claro que su problema no era su alcance, ni su forma de manejar los roletazos. Y no le faltaba fuerza en el brazo. Lo principal era pulir su forma de defender.
¿Cómo va eso en el 2020? Hasta ahora, Tatis ha jugado 355.1 innings en el campo corto, la mayor cantidad entre los torpederos de Grandes Ligas. He cometido un solo error, que fue con el manejo de un rodado, no en tiro. (No estamos diciendo que sea perfecto. Cuando salga la versión de Outs Por Encima Del Promedio, estará por el +1 en ese sentido).
Eso podría parecer poca cosa y, por supuesto, se trata de menos de dos meses de béisbol. Sin embargo, se trata de una enorme mejoría. Si había un problema, se ha resuelto. Pero, ¿cómo?
Muestras de la madurez Experiencia. A Tatis le faltaba experiencia en el 2019. Tal vez había algo de inmadurez. Tal vez se arreglaban esas cosas con el tiempo.
Nuevo Instructor. Los Padres trajeron a Jayce Tingler como manager y a Bobby Dickerson como su coach de la banca y como instructor de los infielders. Dickerson había sido coach de los Orioles durante siete temporadas, coincidiendo con Manny Machado.