Ser un armador ayuda para luego dirigir en baloncesto
La constante comunicación con el entrenador, el conocimiento del juego, de los compañeros y el manejo de las jugadas en la cancha lo preparan con anticipación para el rol.
La contratación de Steve Nash, sin ningún tipo de experiencia, como entrenador de los Nets de Brooklyn en el baloncesto de la NBA, pone sobre el tapete, una vez más, la al parecer notable facilidad con la que un exarmador puede convertirse en dirigente de baloncesto.
Aunque han salido voces disidentes que han introducido el actual tema racial, la verdad es que el fenómeno es llamativo sobre todo si se trata de un jugador que ha tenido éxito en la posición número uno.
“Es que como armadores, al igual que el catcher en el béisbol, llamamos las jugadas, la mayoría somos líderes y estamos en comunicación con el coach, con los demás jugadores y hasta con los árbitros”, dice Eduardo Gómez, inmortal de deporte dominicano, quien ha dirigido a nivel de escuela secundaria en los Estados Unidos.
Y es que el caso no solo se está dando en el máximo nivel de competencia del baloncesto. La República Dominicana no es la excepción y muchos de los más destacados armadores de los últimos tiempos ahora ocupan el lugar de dirección al lado del banco.
“Parece que influye ser armador en el baloncesto tanto de la FIBA como en la NBA. Pero creo que también depende de la forma en la que ejercites la posición”, añade Joel Ramírez, uno de los casos más recientes de un exitoso número uno convertido en dirigente en el campo.
Brown y Wilkens Larry Brown, campeón como entrenador en la NBA y la NCAA, y Lenny Wilkens, integrante del Salón de la Fama como jugador y entrenador, son dos de los principales ejemplos exitosos en el baloncesto mundial.
“Creo que es la posición que está más cerca del entrenador”, agrega José -Boyón- Domínguez, líder de por vida en asistencias en el torneo de baloncesto superior del Distrito Nacional y quien más veces ha servido como entrenador de la selección nacional de mayores.
La lista en el patio es grande desde la incursión de Leandro de la Cruz, pasando por Boyón, Maíta Mercedes, José Santos Ceballos, Víctor Hansen, Richard Ortega, David Díaz.
“El armador es uno de los jugadores que debe conocer más el juego, manejar la mayoría de las situaciones en la cancha y tiene mucho contacto directo con el entrenador. Se convierte en un entrenador en la cancha”, destaca Díaz, uno de los principales dirigentes en la actualidad con éxitos a nivel nacional e integrante del cuerpo técnico del equipo nacional.
Otros entrenadores que fueron armadores y tuvieron gran éxito en la NBA fueron Red Holzman (53 por ciento de éxito con los únicos dos títulos ganados por la franquicia de los Knicks de Nueva York), Avery Johnson con un 57.7 por ciento de porcentaje ganador y Steve Kerr, tres veces ganador del anillo como coach de los Warriors de Golden State.
“Los armadores tienen mucho contacto con los entrenadores y tienen bastante responsabilidad a la hora de conducir un equipo”, dice Melvin López, entrenador de la selección nacional y otro que jugó la posición de armador en las categorías menores.
Dos excepciones Sin embargo, siempre hay excepciones que confirman la regla como los casos de las superestrellas Magic Johnson (5-11) y Isiah Thomas (187-223) junto a John Lucas (173-258) que no pudieron traducir su éxito en la duela a sus entrenados.
“Según las circunstancias, el armador tiene que maniobrar para que su equipo resulte con la mejor jugada. Es necesario que tenga liderazgo, rostro alegre, buenas relaciones humanas, conocimientos básicos de sicología, inteligencia. Es una especie de asistente del dirigente”, declara Anulfo Sánchez.
Doc Rivers, de los Clippers de Los Angeles, y Mike D’Antoni, de los Rockets de Houston, también fueron armadores en sus días como jugadores al igual que Tyronn Lue, ganador del anillo con los Cavaliers de Cleveland, asistente de Rivers en la actualidad y uno de los más fuertes candidatos para lograr muy pronto un trabajo de entrenador principal en la NBA.
Kidd y Jackson Ahora como asistente en los Lakers de Los Angeles, Jason Kidd es otro de los favoritos para acceder a cualquiera de los puestos desocupados en la dirigencia de la NBA.
Es un caso similar al de Nash ya que menos de un año luego de su retiro en el 2013 ya estaba al frente de los Nets de Brooklyn que lo cambiaron a los Bucks de Milwaukee en julio de 2014 por un par de picks de segunda ronda, aunque no pudo repetir el mismo éxito que tuvo con los Nets.
Jackson, un pastor de iglesia, ha tenido problemas para regresar al frente de un club tras sentar las bases en el exitoso proyecto de los Warriors de Golden State.
Aunque no pasó de la semifinal de la Conferencia del Oeste en tres campañas tuvo marca de 121-109 en la vuelta regular y llevó a la postemporada a su club en sus finales dos estaciones como entrenador.
No es una regla no escrita, pero todo luce indicar de que a la hora de ser un entrenador de baloncesto, el pasar un “centro” como armador ayuda a conseguir el empleo y, como no, a tener éxito en el mismo.
Ejemplos de aquí y de allá Maíta Mercedes. El integrante del Pabellón de la Fama es el encargado del programa de selecciones nacionales y varias veces ganador de torneos nacionales y del Distrito Nacional.
Lenny Wilkens. Es Salón de la Fama como jugador y como entrenador. Ganó el título de la NBA en 1978 con los Supersonics y acabó su carrera con 1,332 victorias.
Boyón Domínguez. El mauriciano inmortal fue el rey de las asistencias en el superior distrital y entrenador en todas las categorías y ambas ramas tanto con su club como con la selección nacional.
Larry Brown. Fue una estrella como armador en la ABA de la década de 1970, pero más reconocido por su éxito como entrenador campeón en la NCAA (Kansas) y la NBA (Piston de Detroit).