La compañía que operaba el helicóptero de Kobe Bryant demanda a controladores
LA EMPRESA, ISLAND EXPRESS HELICOPTERS, REGISTRÓ LA DEMANDA LA SEMANA PASADA EN UN TRIBUNAL DE LOS ÁNGELES
La compañía que operaba el helicóptero en el que murió Kobe Bryant, su hija Gianna y otras siete personas ha denunciado a dos controladores aéreos que presuntamente cometieron una serie de errores que provocaron el accidente.
La empresa, Island Express Helicopters, registró la demanda la semana pasada en un tribunal de Los Ángeles (EE.UU.), aseguraron este miércoles a medios de comunicación locales que recordaron a su vez que la empresa también enfrenta varios procesos judiciales por el dramático incidente sucedido en la mañana del 26 de enero.
"Si (los controladores) no hubieran participado en los numerosos actos negligentes u omisiones aquí descritos, entonces el piloto no se habría visto obligado a responder a múltiples solicitudes y comandos durante la fase más crítica del vuelo", indica la nueva denuncia.
Por su parte, la Administración Federal de Aviación (Federal Aviation Administration) ha declinado hacer comentarios mientras el proceso judicial siga abierto y ha pedido mantener el anonimato de los demandados por razones de seguridad.
Island Express, que ha sido denunciada por la familia de Bryant y otras víctimas, afirma en su versión del accidente que uno de los controladores rechazó la petición del piloto, Ara Zobayan, de continuar con el vuelo controlando por radar.
Añade además que el primer controlador no informó correctamente de la situación al segundo durante un cambio de turno y de que tampoco desconectó las conexiones de comunicación, por lo que el piloto creyó en todo momento que seguía en contacto con la torre y su vuelo estaba siendo monitorizado.
Sin esos errores, insiste la compañía, los controladores habrían alertado de que el helicóptero estaba en riesgo de chocar.
En la investigación inicial se determinó que el Zobayan estaba confundido en el momento del accidente, ya que informó de que estaba ascendiendo a 4,000 pies para superar las nubes, cuando en realidad se precipitaba hacia una colina donde se estrelló al noroeste de Los Ángeles.
Las 1,700 páginas de informes no ofrecen una conclusión exacta de la causa del accidente, sino que compilan informes y registran los intercambios de comunicación entre el piloto y los controladores, así como mensajes sobre las condiciones climáticas de aquella jornada de enero.