Olimpismo

Luisito: “Vencí al rival más peligroso de mi vida”

El medallista olímpico en Rio 2016 da las gracias a sus médicos y a toda la gente que le llevó en oraciones durante su padecimiento del virus y que ningún atleta está preparado.

Luisito Pie logró la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de 2016.

YOEL ADAMES F.Santo Domingo, RD

Para cada rival siempre supo prepararse y llevar un plan para enfrentarlo y terminar con la victoria en las manos; pero en es­ta ocasión no lo conocía y en verdad, jamás hubiese querido enfrentarlo.

“No podemos comparar una cosa con la otra, pero no deja de ser una batalla, en el tatami tú te mides a rivales que puede reunir informaciones de sus for­talezas, de las cosas que no debe hacer para no fa­llar y también de las malas que él hace y es tu oportu­nidad de vencerlo… pe­ro, ¡del Covid-19 nadie sa­be nada seguro todavía, tú no sabes si en esa bata­lla saldrá vivo o muerto; yo le doy gracias a Dios, a mis médicos, a mi familia y todos los amigos que me tuvieron en sus oraciones para volver a levantarme de esa cama”, firme y flui­do, otra vez victorioso y humilde, el ganador de la medalla de bronce en -58 kilogramos en los Juegos Olímpicos de Rio de Janei­ro 2016, Brasil, Luisito Pie, detalla los momentos difíci­les que tuvo que librar ante la ofensiva devastadora del virus pandémico Covid-19.

Como rival desconoci­do, el inicio fue lo más duro porque el Covid-19 golpeó a Luisito con autoridad y el castigo a la parte superior le creo un dolor de cabe­za inmenso, insoportable; también hubo andanadas desordenadas en todo el cuerpo que crearon fiebres de alto grado.

Desde el primer día el espigado atleta de 26 años nativo de Bayaguana, pro­vincia de Monte Plata, ha­bía perdido el olfato y el sentido del gusto.

“Fueron unos días muy difíciles en los que creí que podía ocurrir cualquier co­sa, incluso morir.

“Al tercer día, encima de esos síntomas que defi­ní anteriormente, fue cuan­do creí que perdería el com­bate de mi vida porque el Covid-19 me golpeó zonas prohibidas, en definitiva, me pateó la espalda baja y en todas esas partes el dolor era insoportable, inmenso, como nunca había soporta­do”, recuerda con pasión, “Yo espero que esto se aleje de nosotros, del país, muy pronto”.

Luisito, dueño con un lenguaje cernido y actitud afable, no deja de horrori­zarse de la amenaza de esta enfermedad que mantiene al mundo de rodilla.

“Reitero que soy agrade­cido, de Dios, de los médi­cos, de todo el que de algu­na manera estuvo conmigo, son miles, ya millones de personas en todo el mundo que, como yo, no tuvieron la suerte de vencer a esta enfermedad…

“!Ah, dicen que repite… pero yo no quiero, jamás le daría una revancha!”, clau­dicó al posible desquite el rey del taekwando local de los 57 kilos.

SEPA MÁS Nadie preparado para Olimpíadas Plan de trabajo. Lamentó las secuelas de la pandemia y ase­guró que en estos mo­mentos nadie está pre­parado para asistir a los Juegos Olímpicos. “Em­pezaremos un plan de trabajo para mantener­nos y cuando se reinicie el ‘mundo’ que nada nos tome de sorpresa”.