PRESENCIA DOMINICANA
Señorío en el montículo
Tres habilidades básicas definen la calidad de un lanzador; impedir anotaciones, evitar corredores en las almohadillas y tratar de lograr la mayor cantidad de outs por la vía del ponche. Estadísticamente esas habilidades se miden por el Promedio de Carreras Limpias Permitidas (PCL), la capacidad de mantener la menor cantidad posible de corredores en base (WHIP) y la destreza de ponchar (SO/9). Es evidente que cuando un lanzador logra encabezar un circuito en esos renglones es el que resultados más dominantes logra.
En la historia de las Grandes Ligas 18 lanzadores en treinta ocasiones han encabezado un circuito en estos tres departamentos, obteniendo en consecuencia una genuina triple corona de pitcheo. Pedro Martínez encabeza el grupo al alcanzarlo en cinco ocasiones, en 1997, 1999, 2000, 2002 y 2003, la primera vez con los Expos en la liga Nacional y las demás con los Medias Rojas en la Americana. Walter Johnson, en la época de la “Bola Muerta” lo logró dos veces, en 1912 y 1913, y posteriormente, ya cuando se había introducido una bola de mayor rebote, lo volvió a conquistar en 1924 para totalizar tres. Sandy Koufax, asimismo, logró en un trío de ocasiones ese tipo de dominio en el decenio de los sesenta, entre 1962 y 1965, en un período en el que la ofensiva disminuyó notablemente. En el ciclo actual, independientemente de Martínez, han conquistado las tres coronas señaladas, Randy Johnson dos veces, en 1995 con los Marineros y en 2001 con los Diamondback y Johan Santana también en par de ocasiones, 2004 y 2006, ambas con los Mellizos. A Johnson y Santana se une Tom Seaver (1971 y 1973) en el grupo de los que duplicaron la proeza. Los casos más recientes ha sido el de Jake Peavy con los Padres en 2007 y Clayton Kershaw de los Dodgers en 2014.
La importancia que corresponde a la hazaña de Pedro Martínez al ganar cinco veces este triple cetro es inmensa. Aumenta al ocurrir en un tiempo considerado el de mayor dominio de la ofensiva en la historia, concretándola además, en cuatro ocasiones en la liga Americana donde se usa el bateador designado.