REPORTAJE
Guillermina se fue con las manos vacías
Guillermina Candelario es una de esas exatletas discretas que durante 22 años brindó al país grandes emociones, ganando medallas en Juegos Panamericanos y Centroamericanos y del Caribe.
Después de dar a República Dominicana medallas en eventos del Ciclo Olímpico por más de una década, regresó a casa con las manos vacías.
La laureada levantadora de pesas fue elevada a la inmortalidad deportiva por el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano por los méritos acumulados. Ganó tres medallas Panamericanas y otras 4 en Juegos Centroamericanos y del Caribe, incluyendo una de oro.
Candelario duró 13 años en la selección nacional
Tras su retiro en en 2010, inició la construcción de una vivienda que aún no ha podido terminar. Ha solicitado ayuda a personas e instituciones, pero no ha logrado lo suficiente y a casi diez años de su retiro, no posee una vivienda donde residir.
Candelario es parte de una familia de deportistas, especialmente levantadoras de pesas, entre la que se encuentra Wanda Rijo, también inmortal del deporte, pero no ha tenido la misma suerte.
Hija de la unión entre Guillermo Candelario y Valeria Santana, Guillermina tuvo que trabajar desde muy temprano para ayudar a sus padres en el sustento del hogar.
Tras su retiro se dedicó a entrenar nuevos valores, pero una lesión en el hombro derecho la ha limitado.
“Después de mi retiro las lesiones me están saliendo”, dice apenada Candelario, quien ostenta el rango de teniente de la Policía Nacional. Está recibiendo tratamiento en el codo y la mano derecha.
A sus 46 años tiene tres hijas (Mildre, Estefani y Angely) y tres nietos.
Mildre, de 25 años, es levantadora de pesas y pertenece al equipo de la Fuerza Aérea de la República Dominicana.
Beatriz Pirón, la más reciente medallista de oro Panamericana y Centroamericana y del Caribe, Ana Pirón y Jhon Pirón, son sus sobrinos y mantiene una relación casi de hermandad con Yudelki Contreras y Miosotis Heredia, entre otras.
Candelario habla de su gran decepción en la vida: “No haber obtenido mi casa a pesar de que me la gané. No tuve suerte”, dice apenada Candelario quien fue llevada a la inmortalidad deportiva en el ceremonial de 2018.
Con nostalgia remarca que le ofrecieron entregarle una vivienda varias veces. Reside en el sector Santa Fe de San Pedro de Macorís, donde paga una renta de 6,500 pesos.
Por las múltiples dolencias, Candelario dijo que gestionará su pensión de la Policía Nacional, institución a la que ha brindado decenas de medallas, incluyendo diez años seguidos ganando la medalla de oro de la categoría de los 48 kilogramos en los torneos de levantamiento de pesas de los Juegos Deportivos de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
Los méritos
Desde los 14 años, Candelario abrazó el deporte de las pesas llevada de la mano de Héctor Domínguez, se retiró por dos años para trabajar cuidando dos niños y ayudar a sus padres con el sustento de la familia, pero luego regresó y dedicó 22 años a esa disciplina, alcanzando numerosas medallas en eventos del Ciclo Olímpico.
*Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2002, medalla de oro y plata.
*Juegos Panamericanos de Winnipeg 1999 ganó presea de bronce.
*Panamericanos Santo Domingo 2003, medalla de plata.
*Centroamericanos y del Caribe de Cartagena 2006, obtuvo dos medallas de bronce.
*Panamericanos de Río de Janeiro 2007 conquistó medalla de bronce.
*Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez 2010, medalla de plata.
* Participó en varios mundiales y Juegos Olímpicos.
PERFIL "No tuve suerte”
Guillermina pide con nostalgia que desea vivir tranquila en su hogar y tratando de superar las múltiples dolencias que padece físicamente. También quiere superar el trance de no haber alcanzado una vivienda, su gran preocupación.
Candelario habla de su gran decepción en la vida: “No haber obtenido mi casa a pesar de que me la gané. No tuve suerte”, dice apenada Candelario quien fue llevada a la inmortalidad deportiva en el ceremonial de 2018.