BÉISBOL
Grandes Ligas volverían con duchas en casa y sin escupir
El béisbol de las Grandes Ligas se asemejará un poco al de la escuela secundaria este año, debido a los protocolos para lidiar con el nuevo coronavirus.
Se exhortará a los peloteros para que no se duchen en los parques, a los que probablemente tendrán que llegar ya con el uniforme puesto, como lo hacían cuando eran adolescentes.
El personal del equipo tendrá prohibido comer en restaurantes durante las giras.
E incluso el Phillie Fnatic y Mr. Met quedarán vetados del terreno, junto con todas las demás mascotas.
El tradicional intercambio de las tarjetas con las alineaciones brillará por su ausencia, igual que las palmadas, los golpes entre puños y los bat boys, de acuerdo con un borrador de 67 páginas planteado por las Grandes Ligas a manera de Manual de Operaciones para 2020.
The Associated Press obtuvo una copia del documento, enviado el viernes a los distintos clubes. Los parámetros, reportados originalmente por el sitio The Athletic, son todavía tema denegociación con el sindicato de peloteros.
Los equipos podrán contrar con 50 jugadores cada uno bajo este plan. El número activo para cada juego se negocia todavía.
Queda prohibido escupir, portar grandes envases de agua, utilizar el sauna, el baño de vapor, la piscina o la cámara de crioterapia.
Se desalentará el uso de jaulas de bateo en espacios bajo techo. En cambio, se recomendará el empleo de guantes para batear.
En las prácticas de bateo, los pitchers usarían mascarillas. Los teléfonos en el dugout deberán desinfectarse después de cada uso. Los peloteros no podrán tocarse la cara para enviar señales ni podrán llevarse los dedos a la boca.
Se conmina a los equipos a realizar sus reuniones al aire libre y con los jugadores separados a una distancia segura.
Los clubes recibieron la oportunidad de plantear sus propias sugerencias a más tardar el 22 de mayo. Los protocolos fueron redactados por Patrick Houlihan, Bryan Seeley y Chris Young, vicepresidentes de las Grandes Ligas. Young fue pitcher y se retiró después de la temporada de 2017.
Entre los protocolos hay detalles sobre las pruebas a las que debe someterse el personal del equipo, dividido en tres niveles. Todas las demás personas tendrán prohibido ingresar en las cuevas o en el terreno.
Las butacas vacías en los estadios, cerca de la caseta, pueden usarse para garantizar que los peloteros guarden la debida distancia, de acuerdo con diagramas en el manual. El abridor del día siguiente no podrá sentarse en el dogout.
Igualmente, todos deberán mantenerse debidamente separados durante la interpretación del Himno Nacional y de la canción “God Bless America”.
El protocolo alentaría a los jugadores que estén a la defensiva, “a retirarse varios pasos del corredor que esté en las bases” entre cada pitcheo. Los coaches de primera y tercera base no podrán acercarse a los corredores ni a los umpires.
Estará prohibido que los peloteros conversen de cerca con sus oponentes.
Los managers y los coaches deberán usar mascarillas cuando estén en las cuevas. Al viajar, todo el equipo, incluidos los peloteros, deberá usar equipo protector personal, en los autobuses y en los vuelos.
Nadie podrá visitar un restaurante cuando el equipo esté de gira, ni siquiera el de los hoteles, en los que también estará prohibido ingresar en el gimnasio.
“Enfatizamos que éste es un primer borrador, y habrá varias rondas de cambios mientras recabamos comentarios y sugerencis de los clues, la asociación de jugadores, los peloteros y funcionarios del gobierno”, dijo el vicecomisionado Dan Halem, en un correo eletrónico dirigido a dueños, presidentes, directores ejecutivos y gerentes generales de los equipos, junto con los protocolos.