El país se erige en centro regional torneos Concacaf

Combinación perfecta pa­ra que carbure el deporte rey mundial en el país. Y demostrado ya con la po­tencia del vuelo. El fútbol ha mantenido un proceso de crecimiento que tam­bién se manifiesta en sus instalaciones, irrefutable piedra angular para que República Dominicana co­mience a ser visto como “hub” del área centroame­ricana y Caribe, evidencia­do en el Pre-Mundial Sub-20 femenino.

Y es que ahora el ba­lompié nacional recibe la mirada envidiable de la Confederación Norte, Cen­troamericana y del Cari­be (CONCACAF), ayudado mucho por el protagonismo del país como generador de crecimiento, facilidades por su ubicación geográfica y de comunicaciones, hote­les al más alto rango, entre otros factores.

Si bien el fútbol domini­cano antes tuvo esas venta­jas que ofrece el país a los visitantes, ahora es cuando lo aprovecha porque cuen­ta con buenas instalaciones remozadas, que han dado a ese deporte otra perspecti­va y dimensión presente y futura en la región del tró­pico.

La FIFA se ha mostrado muy interesada en que el fútbol quisqueyano sosten­ga el viso de progreso, y de ahí el enfoque de Concacaf en aprovechar dichas ven­tajas para que la patria de Duarte sirva como sede pri­maria a los eventos de ma­yor envergadura, sobre to­do de la Unión Caribeña de Fútbol (UNCAF).

En tal sentido, previo a los efectos mundiales del coronavirus, los oficiales de FIFA como los mencio­nados organismos regio­nales tuvieron encuentros con la nueva dirección de la Federación Dominicana de Fútbol –Fedofútbol- que buscan afinar condiciones hacia los fines propuestos.

“Los países que cumplen con los requisitos propios del fútbol, o tienen proble­mas con los vuelos –caso Trinidad Tobago- o la segu­ridad es un gran desafío –situación de Jamaica- y en los demás miembros cen­troamericanos es muy difí­cil conseguir adonde hayan todas las facilidades como las tiene nuestro país, a me­nos de dos horas casi todo”, señala Hugo Catrain, em­presario del fútbol domini­cano y regional.

Resaltó que ahora insta­laciones lucen condiciones de primera: “Nunca habían estado como lucen ahora”, asegura.