Sin ingresos, el fútbol francés avanza hacia lo desconocido

Frente a la obligación sanitaria de parar la Ligue 1 y ante la imposibilidad de disputar ningún partido antes de agosto, el fútbol francés se encuentra confrontado a un período inédito de cinco meses sin ingresos, una "urgencia económica" cada vez más presionante.

En el país de los campeones del mundo, es el día después. Los anuncios el martes del Primer ministro Edouard Philippe, prohibiendo al menos hasta el mes de agosto la reanudación de los partidos, prolongaron el marasmo actual del sector del balón redondo, suspendido desde mediados de marzo por la pandemia del coronavirus y ahora con problemas existenciales.

"La urgencia ahora ya no es deportiva, sino económica. Hay que sobrevivir", afirma el presidente de un club de Ligue 1.

"Pensábamos que financieramente estaríamos en una situación que duraría dos o tres meses. Ahora nos encontramos más en una situación de cinco, seis meses. Eso cambia las ecuaciones", añade.

Todos los dirigentes interrogados estas últimas semanas no se hacían apenas ilusiones sobre el pago de las últimas partes de los derechos televisivos de la temporada, actualmente congelados por beIN Sports y Canal+, en caso de suspensión definitiva del campeonato.

Si esta es confirmada en los próximos días por la Ligue de Football Professionnel (LFP), las decenas de millones de euros negociados con Canal+ y beIN Sports correspondientes a los partidos ya jugados (37 millones de euros para Canal, unos 10 para beIN según L'Equipe) pueden ser los últimos ingresos de los clubes antes de una larga travesía por el desierto.

Eso representa más de 240 millones de euros que dejarían de cobrar con respecto al contrato inicial.

"En peligro"

El PSG, a título interno, ya ha estimado que dejará de ganar más de 200 millones de euros, y Marsella, pese a una plaza en Liga de Campeones que se dibuja, puede verse afectado por el fair-play financiero, que le amenaza desde hace varios meses.

"Es esencial que cada uno analice su situación financiera y que reflexionemos colectivamente, con pragmatismo, para encontrar respuestas y evitar que peligren los clubes", afirma Jean-Pierre Rivère, presidente del Niza.

Los puntos a estudiar son múltiples. En primer lugar, los salarios de los jugadores. ¿El acuerdo encontrado a principios de abril por los clubes con la UNFP, el sindicato de jugadores, para aplazar ciertas partes de los salarios, podría ser tratado de nuevo?

"Sin duda", responde Jean-Pierre Rivère. "Si los derechos de televisión de la temporada no fueran íntegramente pagados, habría que ir más lejos", lanzó a principio de semana el Marsella. Un dirigente de otro club afirma, por su parte, tomando ejemplo del AS Roma: "Cuando se ve a algunOs jugadores en los campeonatos vecinos renunciando a cuatro meses de salario..."

"Sector siniestrado"

Los dirigentes interrogados tras el anuncio del gobierno esperan, por otra parte, que el Estado prolongue, refuerce, sus ayudas actuales. "Habrá que ver cómo las ayudas van a continuar. El deporte profesional es ahora un sector siniestrado", afirma uno de ellos.

"No dejaré de alertar a los servicios públicos en ese tema", prometió, por su parte, Noël Le Graët, el presidente de la Federación Francesa (FFF), en una entrevista a la revista Télégramme.

La posibilidad de un "plan Marshall" de ayuda al fútbol ha sido evocado varias veces desde el inicio de la crisis, en particular por el dirigente del Lille.

La idea, evocada por RMC, de pedir un préstamo de 120 millones de euros a un organismo de financiación toma cuerpo.

"El procedimiento, es que algunos clubes, hagan equipo para recuperar el dinero de los traspasos que se deben entre ellos. He dado contactos para encontrar las ayudas financieras (...). Es un proyecto que podría hacerse rápidamente", explicó López a la AFP.

Pero la hipótesis de un préstamo masivo y colectivo no gusta a todo el mundo. Según fuentes próximas del caso, Noël Le Graët puso "luz roja" ante la LFP estas últimas semanas.