Baloncesto

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Maíta, Tepo, Grillo, Soterio y Hansen se incluyen en grupo 50

Máximo Tapia superó los 3 mil puntos y los 300 lances de tres en solo 13 años en el baloncesto distrital. 2-Soterio Ramírez ganó en cuatro ocasiones el trofeo de campeón siempre con el uniforme de San Lázaro.

Alex RodríguezSanto Domingo, RD

Consistencia, disciplina, fogosidad, determinación, inteligencia, sabiduría, li­derazgo, intensidad. Estos son algunos atributos que salen a relucir en la cla­se del 10 al 6 en la selec­ción de “Don Virgilio y sus 50 Traviesos” que corres­ponde a los 50 mejores ju­gadores en la historia del torneo de baloncesto su­perior distrital del progra­ma de radio Cancha En­tera y Deportes de LISTÍN DIARIO.

El lugar número 10 es para Soterio Ramírez. Ga­nó 4 torneos (1991, 1992, 1995 y 1996) con San Lá­zaro, siendo en ellos ti­tular y capitán. Es Top 10 en rebotes (1,088) sien­do el que menos partidos disputó con 154. Es sexto en bloqueos (173) y sumó 100 bolas robadas. Desde 1990 hasta 2002, siempre tuvo cifras dobles en pun­tos. Su mejor año fue en 1995 con 17.1 puntos y 9.4 rebotes.

“Fue un ejemplo dentro y fuera de la cancha, co­mo jugador y como per­sona.Uno de los más con­sistentes que ha tenido el superior, muy enfocado en su rol y con mucha dis­ciplina”, dice Rafael Uri­be, presidente de la Fe­deración Dominicana de Baloncesto.

Máximo Tapia (Tepo) ocupa el puesto número 9. Con tan solo 13 tempora­das ocupa el cuarto puesto entre los máximos anota­dores con 3,504 puntos y una media de 16.6. Juga­dor Más Valioso en 1991, cuando tuvo promedio de 21.4 tantos. Entre 1983 y 1993 siempre promedió por encima de los 14 pun­tos por juego. Novato del Año en 1981 con Arroyo Hondo. Es segundo en ti­ros de tres puntos de to­dos los tiempos con 310. Terminó con un porcenta­je de 38.6 % en triples. Es top 10 en bolas robadas (226). Campeón con San Lázaro en 1991 y 1992.

“Tepo fue un gran ju­gador, fogoso, podía jugar perfectamente de 2 y de 3, de los mejores tiradores de tres, tenía gran determina­ción dentro de la cancha”, define Héctor J. Cruz, edi­tor deportivo de LISTÍN DIARIO.

El “Travieso” número 8 es Víctor Hansen. Uno de los pocos que han jugado 20 temporadas. En esos 20 años estuvo ausente solo en 9 partidos. Un especialista en lances libres que tiene la marca de más tiros libres encestados de manera se­guida cuando entre 1987 y 1988 encestó 63 consecuti­vos. Único jugador con más de 3,000 puntos (3,110) y más de 700 asistencias (713). Ocupa el cuarto lu­gar en robos con 347. Tu­vo 13 torneos con cifras do­bles en puntos entre 1981 al 1993. Campeón con Los Mina en 1993.

“Víctor es uno de los ju­gadores más inteligentes con quien he jugado. Muy sabio y con tremenda expe­riencia. Tenía la capacidad de ejecutar lo necesario en los momentos claves, fue­ra un pase, un tiro de tres, una parada defensiva”, apunta Orlando Antigua, excompañero de equipo y exdirigente de la selección nacional dominicana.

El puesto 7 es para José Mercedes (Maíta). Novato del Año en 1983 con Arro­yo Hondo (campeón). Lue­go ganó en 1991 y 1992 con San Lázaro y en 1993 con Los Mina. Es Top10 en asistencias (464) y bo­las robadas (325). Terminó con 35% en triples y 83% en tiros libres. Formó dos duplas que muchos consi­deran de las mejores líneas traseras, primero con Tepo en San Lázaro y luego con Hansen en Los Mina. Su mejor año fue en 1993 con promedios de 17.8 puntos y 3.1 asistencias. “Maíta es el mejor armador que he visto de República Dominicana. Muy bueno defensivamen­te, líder en la cancha, rápi­do, excelente pasador y con unas habilidades para ano­tar muy buenas. Fue uno de los mejores del área sin du­das”, dice Carlos Morales, dirigente Boricua

José Vargas, Travieso 6 El Grillo. Uno de los más taquille­ros. Desde 1983 y has­ta el 2002 siempre pro­medió cifras dobles. Ter­minó con promedios de 15.7 puntos y 7.9 rebo­tes. Promedió en tres ocasiones seguidas 20 o más puntos ( 1993, 94 y 95). Desde 1984 su pro­medio nunca fue menor de 15 puntos . Fue líder en rebotes en tres oca­siones. Campeón con Los Mina en el año 1993. “Grillo Vargas era un ju­gador muy intenso y at­lético en ambos lados de la cancha, le gustaba el juego físico. Sin dudas es el jugador más temido que conocí de la Repúbli­ca Dominicana”, señala Franklin Western, exse­lección nacional.