BALOMPIÉ

En el fútbol mundial se vive ahora una situación inédita

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Fausto Jiménez, para Listín DiarioSanto Domingo, RD

Hoy la hierba crece a montones ante la ausencia del raudo balón que le acaricie con el incesante tropel del gran protagonista del espectáculo y ante la amenaza de una catástrofe de magnitudes inimaginables. Pero, ¡vaya ironía! Ni siquiera las decenas de millones de víctimas en la Segunda Guerra Mundial pudieron contra el balompié, que pudo rodar en muchas naciones mientras los cuerpos caían como hordas hormigueras.

La Eurocopa en su edición 2020 tuvo que ser postergada su fase final (24 equipos) para verano del año próximo. Con ella, también caerán para el curso fiscal siguiente, la Copa América, Liga de Naciones y Mundial de Clubes. ¡Inimaginable tanto vacío futbolístico!

El mayor certamen de selecciones del viejo continente, que inició como Copa de Naciones, si bien tuvo sus obstáculos que afectaron alguna que otra nación, siempre se las arreglaba para que el balón rodara en un deporte que cada día aumentaba la presión de sus fanáticos por celebración constante de competencias.

La Copa América es el torneo más antiguo de selecciones. Comenzó a celebrarse en 1916 y también ha sido suspendido por primera vez en su historia por condiciones impropias del deporte (recesó entre 1968 y 1974): ni sanitarias ni sociales.

Los Copas del Mundo que se iniciaron en 1930 siempre rodaron sus balones, salvo cuando la Guerra que tomó seis años (1939-45) impidió las versiones del ´42 y ´46, lo que no impidió que en Europa las naciones llevaran a cabo sus ligas nacionales, salvo en Inglaterra.

Sin contar la interrupción del curso 1939-40, por la invasión alemana del país, en Francia hubo temporada.

En Italia se celebraron los campeonatos ligueros hasta 1943 (la competencia regresó en 1945) y en Alemania hubo juego hasta 1944 (vuelta en 1947).

Porque el ánimo imperante era darle entretenimiento al público, ocupando su mente, hasta que ya no se pudiera jugar. Se quería mostrar que todo seguía normal a pesar de toda la que corría como océano en el viejo continente. El balompié seguía su consolidación contra viento y marea como el deporte más dominante en los cuatro confines del globo terráqueo.

Entonces, hay que remontarse a la Primera Guerra Mundial para ver a los grandes países del fútbol guardar los balones por varios años, con la observación de que aún el balompié no estaba al nivel de ebullición del inicio de la segunda conflagración mundial.

México ´86: “David” venció a “Goliat” Ni siquiera el Mundial de Fútbol 1986 fue derribado por un terremoto que tuvo su epicentro en Ciudad México, con más de 40 mil víctimas enterradas, apenas ocho meses antes de la cita, la que llegaba de “sopetón” como consecuencia al rehúso de Colombia a realizarla por razones económicas y logística.

Y sucedió lo impensable. El presidente del Comité Organizador del Mundial, Abilio Almeida, se “paró en dos patas” en una reunión de emergencia convocada por la FIFA para buscar otra sede por segunda vez en menos de tres años, aludiendo al organismo mundial que “podrá caerse la ciudad, pero los estadios del Mundial siguen en pie”, frase que quedó para la historia.

Entonces, el gobierno presidido por Miguel de la Madrid tuvo que invertir 2000 millones de dólares en la reconstrucción de las instalaciones, y aunque aún hubo la firme intención de cancelarlo, el fútbol pudo más que la tragedia: un país con la mitad devastada tal cual desierto, saltaba con la alegría del “torneo de Diego Armando Maradona”.

La apuesta mexicana terminó como uno de los Mundiales más seguidos en el planeta, provocando el gran auge en países como República Dominicana, donde a partir de dicho certamen el pueblo se desbordó por el fútbol internacional, en pleno apogeo del “Pelusa” argentino.

¡El fútbol detuvo 1ª Guerra Mundial y de las Malvinas! Ya en la Primera Guerra Mundial el deporte rey del universo plantó cara al mundo: un inesperado partido de fútbol fue el caldo de cultivo para que Alemania e Inglaterra detuvieran los bombazos, con un armisticio que quedaría para la posteridad.

Era un 24 de diciembre, cuando en una cadena de hechos curiosos que relatan los historiadores, sobrevino la genialidad a un soldado de pedir un balón que sirvió para un cotejo amistoso, tras lo cual la guerra continuó por los siguientes tres años.

Alto al fuego. Pero además, en el desarrollo de la Guerra de las Malvinas, entre Argentina e Inglaterra, el 14 de junio quedará grabado para los anales, cuando los comandantes de ambos bandos decidieron un alto al fuego para poder disfrutar del Mundial 1982, cita ecuménica que se jugaba en España.

Sin duda alguna, sólo el coronavirus ha impuesto su ley seca, venciendo por primera vez al deporte que nunca para en el planeta.

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