Juegos Escolares Deportivos

La gran mayoría de las escuelas y liceos públicos de enseñanza de nuestro país y muchos colegios privados, carecen de instalaciones y espacios deportivos adecuados. Asimismo, los pocos centros que cuentan con infraestructura de este tipo suelen presentar una escasa variedad, que se limita fundamentalmente a pistas polideportivas al aire libre y, en menor medida, a pequeñas salas, y a un reducido número de canchas cubiertas. Estas características de las instalaciones, unidas a la carencia de equipos y un personal cualificado, condicionan en gran medida las modalidades deportivas que se pueden desarrollar y los contenidos de los programas de Educación Física en los centros escolares.

Mientras esa sea la realidad de nuestro deporte estudiantil, es un desacierto el montaje de un evento de la magnitud e inversión de los recién concluidos Juegos Escolares Deportivos de Monte Plata. Primero hay que poner en marcha un plan para dotar de instalaciones deportivas apropiadas y útiles deportivos a los centros escolares públicos, y realizar cursos de actualización y perfeccionamiento del profesorado de Educación Física.

El costo de este proyecto sería financiado por el Ministerio de Educación, con la colaboración del Ministerio de Deportes. Para aliviar la carga económica que implica esta empresa, algunos centros de enseñanza podrían solventar su carencia de infraestructura deportiva o la escasa diversificación de sus ofertas utilizando las instalaciones deportivas de otras entidades, como clubes o asociaciones.

Pero aún cuando se cumpla con este plan, la celebración de esos Juegos no tiene sentido y lo más recomendable sería organizar, tal y como se hace en países desarrollados como España, campeonatos deportivos en edad escolar en cada disciplina durante el transcurso del año lectivo, con la participación de colegios, clubes, asociaciones, etc.

Estas competiciones se realizarían en categorías por edades y en diferentes divisiones dependiendo del nivel de los atletas. De esa manera habría una masiva integración de escolares a la práctica deportiva y la captación de valores sería mucho mayor para el deporte de alto rendimiento, que son los objetivos que se persiguen. Es mucho el dinero que se gasta en el modelo actual de los Juegos Escolares, en un país de modesta inversión económica en el deporte. Y lo peor es que los frutos alcanzados no van acorde a la cuantiosa inyección de recursos que conlleva su celebración.