A Rolling su hijo le tocó por tercera
Como buen cirujano tomó y dejó. La decisión de su hijo abrazar la comunicación deportiva y seguir sus pasos, sorprendió a Rolin Fermín, quien no deja de mostrar su satisfacción y orgullo por seguir sus pasos.
Destaca la dedicación y pasión con que asume su responsabilidad.
“Nunca le insinué. Siempre he creído en la libertad de elegir. Y es que no hay mejor trabajo que hacer lo que te gusta o disfruta”, estima el padre, un veterano de las lides, con casi 50 años de ejercicio.
Resultó una especie de “toque sorpresa” , de esos que obliga al jugador defensa a guardarse la pelota. No mostraba interés o inclinación alguna, aunque daba seguimiento a las principales disciplinas deportivas, principalmente el basquet y el béisbol.
Y no era para menos, en su familia se respira deporte, era el pan de cada día, “desayuno, comida y cena”.
Vince Carter y Michael Jordan robaban su atención.
Sorprendió apareciéndose un día a la cabina de la emisora donde se producía el programa Deportivas de Rolin Fermín y luego las transmisiones de grandes ligas.
Se presentó la oportunidad en Aguilas Cibaeñas y le enorgullece la aceptación lograda en el desempeño de las diferentes facetas y roles que viene desempeñando como comunicador deportivo.
Así comenzó su matrimonio con la comunicación deportiva, al parecer en horabuena. Se atrevió a “ meterse al home “ y lo demás es historia.
Es un gran amante de la lectura, herramienta esencial y mejor aliado de la formación de todo ser humano.
Lo visualizaba como abogado, trabajador social o algo así.
Admira su verticalidad en la toma de decisiones y valoración sentido de amistad.