REBELDÍA
Hinchas vandalizan una propiedad de Ibrahimovic
Zlatan Ibrahimovic no parecía preocupado en lo más mínimo.
“Pienso que en Malmo respetan esto... Pienso que están felices por mí”, indicó el astro sueco después de su anuncio sobre la compra de una participación de cerca de 25% del rival del club de su ciudad natal.
Ibrahimovic no podía estar más equivocado.
La reacción de los aficionados del Malmo ante la noticia de que la máxima figura en la historia del club es ahora uno de los propietarios del Hammarby, con sede en Estocolmo, ha sido despiadada e implacable.
Varias personas vandalizaron la propiedad de Ibrahimovic en el centro de Estocolmo la noche del miércoles, en cuya fachada escribieron, entre otras cosas, la palabra “Judas” y, de acuerdo con reportes, en el acceso principal vertieron “surströmming” _una especialidad de la gastronomía sueca que consiste en sardinas fermentadas.
En Malmo, una lona rodea ahora la estatua dorada de cerca de tres metros (10 pies) de la imagen de Ibrahimovic _develada apenas el mes pasado_ que era una muestra de orgullo afuera del estadio de fútbol en el sur de la ciudad. Eso se debió a que un grupo de enardecidos seguidores del Malmo prendieron fuego en la base de la estatua y escribieron con pintura en aerosol un mensaje discriminatorio en la parte frontal. Antes, el asiento de un retrete había sido colgado de uno de los brazos de la estatua y el rostro había sido cubierto con una bolsa de plástico.
Guardias de seguridad resguardan el área.
“La mejor manera de resolverlo es retirándola y ponerla en algún lugar de Estocolmo o algo así”, dijo Kaveh Hosseinpour, vicepresidente del grupo oficial de apoyo del Malmo, a The Associated Press.
Jens Fjellstrom, exjugador y ex entrenador asistente del Malmo, dijo en un podcast que la decisión de Ibrahimovic fue “una declaración de guerra” y que el delantero de 38 años debería ser considerado un “rival” del club.
Ibrahimovic, usualmente muy desenvuelto y franco, se ha mantenido en silencio en medio del furor.
No obstante, algunos comentaristas se preguntan si este episodio es sólo una excusa para todos los que odian al jugador para causar destrozos y ventilar sus opiniones discriminatorias.
Ibrahimovic nació en Suecia, de padres inmigrantes de la ex Yugoslavia. Uno de cinco hijos, fue criado en una zona de bajos recursos en Malmo asoladas por pandillas.
El fútbol fue su medio de escape y luego se convirtió en uno de los futbolistas más carismáticos del mundo, alzando trofeos con muchos de los mejores clubes de Europa y brillando con la selección sueca. En las últimas dos temporadas, ha jugado por el Galaxy de Los Ángeles, en la liga de Estados Unidos.
Sin embargo, nunca ha olvidado sus raíces y fue motivo de orgullo cuando la Asociación Sueca de Fútbol determinó que la estatua de Ibrahimovic sería colocada frente al estadio de Malmo.
“Si uno visita Suecia y quiere ver algo que realmente le importe al mundo, entonces debe ver la estatua”, dijo Ibrahimovic el día en que develó el monumento el pasado 8 de octubre. “No la estatua del rey. Esta es la estatua real. Con todo respeto al rey”.
Un mes después, la estatua se encuentra bajo protección policial, y el legado de Ibrahimovic en Malmo aparentemente ha quedado en ruinas