El béisbol en colegios, escuelas y liceos

El 15 de septiembre de 2015, la Liga Dominicana de béisbol anunció la firma de un acuerdo con la empresa Social Network, para desarrollar un plan promocional dirigido a los estudiantes de tercero y cuarto de bachillerato, como una forma de integrar a los jóvenes a las actividades de la pelota. En mi columna del 10 de octubre de ese año, califiqué ese proyecto de trascendental y señalé que, si se llevaba a cabo tal y como estaba siendo promocionado, debería ser muy exitoso, sobre todo si involucraba a colegios, escuelas y liceos de todo el país. Pero, pasó el tiempo, terminó el torneo 2015-16 y nunca se supo de los resultados positivos o negativos de esta iniciativa y si era un programa a largo plazo o de una sola campaña. La verdad es que jamás se ha hablado del asunto y la juventud sigue brillando por su ausencia en nuestros estadios.

La implementación de programas promocionales para atraer a los jóvenes ha debido ser una prioridad para los directivos de los equipos de la pelota dominicana, sobre todo a partir de finales de los años 80 del pasado siglo, en que el fanático tradicional se fue haciendo viejo y por ley de vida, se ausentó de los estadios. Además, fue la época en que surgieron en la capital y en las principales ciudades del país, múltiples locales de ocio y entretenimiento, que en muchos casos significaron una opción más atractiva que el béisbol, que hasta ese momento era el principal pasatiempo de los dominicanos en la época otoño-invernal. Sin embargo, a pesar de la necesidad de crear las condiciones para que la juventud se interese por la pelota, poco se ha hecho para lograr ese propósito y los contados intentos en ese sentido han fracasado por dejadez y falta de seguimiento.

Debido a la carencia de una efectiva campaña de promoción por parte de LIDOM y sus franquicias en las instituciones educativas, los estudiantes no hablan de béisbol, como sucedía hasta un pasado reciente, en que las discusiones en el recreo entre seguidores de los diferentes equipos estaban a la orden del día. Ahora sólo se habla de fútbol o baloncesto y mientras esas disciplinas deportivas siguen popularizándose entre nuestra juventud, el béisbol pierde terreno y nada se hace para revertir esa tendencia.