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Mané ante la final de la CAN, ¿más cerca del Balón de Oro?

El centrocampista de Túnez Ellyes Skhiri (i) lucha por el balón con Sadio Mané durante la semifinal de la Copa de África 2019 (CAN) entre Senegal y Túnez en El Cairo. Khaled Desouki/AFP.

El centrocampista de Túnez Ellyes Skhiri (i) lucha por el balón con Sadio Mané durante la semifinal de la Copa de África 2019 (CAN) entre Senegal y Túnez en El Cairo. Khaled Desouki/AFP.

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Alexis Hontang/AFPEl Cairo, Egipto

El nuevo héroe de Senegal se llama 'Súper Mané'. Ganador de la Liga de Campeones con el Liverpool, Sadio Mané puede dar a su país su primera Copa de África, el viernes en la final ante Argelia en El Cairo. ¿La antesala de recibir el Balón de Oro?

Una lesión en el gemelo arruinó su presencia en la CAN-2015, una ocasión fallada en cuartos en 2017, dos penales errados en esta edición en Egipto... Como los 'Leones de la Teranga', a menudo favoritos pero nunca campeones, el delantero estrella de 27 años no ha rendido en su continente a la altura de lo que se esperaba de él.

Pero para Senegal, la oportunidad de dejar atrás sesenta años de decepciones pasa por la figura del delantero del Liverpool. En su temporada más prolífica en la Premier League (22 goles), ganador de la 'Champions' con los Reds en junio, Mané es la cara conocida de una nueva generación con mentalidad ganadora.

Líder del equipo que regresó al Mundial en 2018 tras 16 años de ausencia, llevó a los suyos a la final de la CAN, la segunda de su historia, con tres tantos y un pase de gol a lo largo del torneo.

"Tiene algo único, nada es previsible con él. No existe un método para pararlo. Puede marcar la diferencia en cualquier momento, en un regate, un pase, o al choque", le describe su seleccionador Aliou Cissé.

El técnico hizo de Mané un pilar fijo de su sistema ofensivo, por el que fueron pasando sin una continuidad definida Ismaila Sarr, Keita Baldé y Krépin Diatta, junto a Mbaye Niang.

"Mi sueño más loco"

Ante la ausencia del defensor Kalidou Koulibaly, suspendido, Mané deberá asumir aún más responsabilidades el viernes para lograr el título, una obsesión para todo Senegal, y de su técnico, capitán del equipo que se quedó a las puertas hace 17 años.

"Estoy incluso dispuesto a cambiar una Liga de Campeones por una CAN. El regreso a Dakar sería extraordinario. Sería mi sueño más loco", había declarado Mané a la revista France Football antes de la competición.

Un éxito en el estadio internacional de El Cairo le haría entrar en el exclusivo círculo de jugadores africanos en haber ganado la Champions y la Copa de África, junto al camerunés Samuel Eto'o, los marfileños Salomon Kalou y Yaya Touré, los nigerianos Finidi George y John Obi Mikel, el ghanés Abedi Pelé y el argelino Rabah Madjer.

Ello situaría a Mané como serio aspirante el Balón de Oro a finales de año. Después del liberiano George Weah en 1995, podría convertirse en el segundo jugador africano en ganar el premio más prestigioso a nivel individual.

En su camino se hallan titanes como Leo Messi o Cristiano Ronaldo, o su compañero de equipo, el arquero brasileño Alisson, quien se adjudicó asimismo la Copa América con Brasil.

"¡No hay que pensar en el Balón de Oro! Lo que es importante para Sadio es continuar peleando por el equipo, realizando buenas actuaciones. Está en su mentalidad. Mi discurso hacia él es claro: dar el máximo para el equipo, y el equipo te lo devolverá", aseguró Aliou Cissé.

"Es un chico con la cabeza sobre los hombros, que comprende que el colectivo pasará siempre delante de las individualidades", prosiguió.

Pero ante Argelia, el colectivo senegalés precisará de la mejor versión de Mané, la más talentosa de sus individualidades.