CON LOS CAMPEONES
Los juegos de Grandes Ligas en Dominicana
La última vez que equipos de Grandes Ligas jugaron en nuestro país fueron los días 11 y 12 de marzo de 2000, cuando en el marco de los entrenamientos de primavera de ese año, se enfrentaron en una serie de dos partidos los Medias Rojas de Boston y los Astros de Houston, en el estadio Quisqueya. El doctor Julio Hazim fue quien asumió la responsabilidad de montar la actividad, que no contó con el respaldo de los fanáticos, a pesar de que ambos clubes contaban con peloteros de cartel, incluyendo los lanzadores dominicanos Pedro Martínez, de los Medias Rojas y José Lima, de los Astros, quienes estaban en la cúspide de sus carreras.
La escasez de público se justificó bajo el alegato de que los precios de las boletas eran muy elevados. Además de Pedro, el roster de Boston incluía al quisqueyano José Offerman, intermedista regular y destacados jugadores como Nomar Garcíaparra, John Valentín, Jason Varitek, Troy O¥leary y Mike Stanley. Houston, aparte de Lima, contaba con el receptor dominicano Tony Eusebio y peloteros del calibre de los futuros miembros de Cooperstown Jeff Bagwell y Craig Biggio, así como Derek Bell y Ken Caminiti. Para que los encuentros entre Houston y Boston se pudieran celebrar, hubo que realizar una importante inversión en acondicionar el estadio Quisqueya, siendo la principal innovación, la colocación de colchas en las paredes del parque para proteger a los jugadores.
En los últimos días se está hablando de que existe la posibilidad de que para el próximo año los juegos de Grandes Ligas regresen a territorio nacional. Ojalá sea cierto y se puedan dar las condiciones para ello, pero lo primero que hay que preguntarse es, ¿Quién hará la inversión para que este evento pueda celebrarse?, ¿Está el estadio Quisqueya preparado para ser sede de esos partidos?, ¿Acudirá la fanaticada esta vez a ver los juegos? Hay que estar muy seguros de que las respuestas son positivas para embarcarse en un proyecto de tal envergadura, habiendo tantas necesidades que satisfacer en el deporte nacional, sobre todo en lo que se refiere al mantenimiento y habilitación de las demás instalaciones deportivas. El asunto es como para pensárselo dos veces.