A TIRO DE HIT
Castillo es el nuevo as de los Rojos
El joven dominicano Luis Castillo saldrá esta noche al montículo del Oracle Park de San Francisco como el as indiscutible de la rotación de los Rojos de Cincinnati, uno de los pocos puntos luminosos de la franquicia en lo que va de temporada.
El banilejo mostró su potencial en 2017 y lo ratificó en la segunda parte de la temporada pasada, cuando tuvo PCL de 2.44, WHIP de 0.97 y una proporción de más de un ponche por entrada en 11 aperturas.
Con una bola rápida que se mantiene entre 95 y 97 mph y uno de los mejores cambios de velocidad del béisbol, Castillo ha dado otro paso de avance en 2019, siendo seleccionado Pitcher del Mes de la Liga Nacional en marzo/abril. Actualmente tiene la tercera mejor efectividad de la Liga Nacional con 1.97.
Todo esto hace la historia de Castillo más interesante. Fue firmado por los Gigantes de San Francisco cuando ya tenía 19 años, aproximadamente tres años tarde si consideramos los estándares de Latinoamérica. Antes de llegar a las mayores, estuvo involucrado en tres negociaciones de liga menor a pesar de que nunca fue considerado un “Top Prospect”.
Hoy en día, el cambio que peor se ve es el primero, cuando los Gigantes enviaron a Castillo a los Marlins de Miami para adquirir al antesalista Casey McGehee. Es justo decir que en esa época el dominicano estaba lejos de ser algo seguro. Incluso había sido utilizado como relevista en sus tres primeros años como profesional. Pero al ver la baja utilidad que tuvo McGehee para su nuevo equipo (algo predecible), esta transacción se convierte en quizás la peor del período de Bobby Evans como gerente de los Gigantes.
Castillo luego pasaría a los Padres de San Diego en 2016 para luego regresar a los Marlins cuando se confirmó que un lanzador involucrado en la primera transacción (Colin Rea) cambió de equipo cuando ya tenía una lesión importante.
El equipo de Miami terminó enviando a Castillo a los Rojos a cambio del lanzador Dan Straily, quien venía de ganar 14 partidos en Cincinnati en 2016. Inicialmente, la decisión fue agriamente criticada. Hoy en día, el desarrollo de Castillo le ha dado la razón a la gerencia de la Maquinaria Roja.