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Harden tuvo visión borrosa en casi todo el partido

James Harden se lastimó los ojos en el primer cuarto del partido del martes por la noche.

James Harden se lastimó los ojos en el primer cuarto del partido del martes por la noche.

James Harden tenía los ojos rojos y con picazón mucho después del pitazo final. El base apenas podía ver en la cancha, así que no llegó a leer el marcador al final del partido.

El reinante Jugador Más Valioso de la NBA espera mejorar con unos días de descanso, antes de que la serie semifinal de la Conferencia Occidental entre los Rockets y Golden State se reanude el sábado en Houston. Sus Rockets quedaron abajo 2-0 tras perder 115-109 el martes en el segundo partido.

Harden anotó 29 puntos, encestando 9 de 19 disparos, con siete rebotes, cuatro asistencias y seis pérdidas de balón. Las gotas para los ojos que le dieron solo le aliviaron un poco el malestar.

Se lastimó los ojos cuando faltaban 6:39 minutos para terminar el primer cuarto, agarrándose la cara luego que él y Green pelearon por un rebote y Green le dio un manotazo con la mano izquierda.

"Apenas puedo ver. Solo trataba de jugar y hacer lo que podía para ayudar a mis compañeros", dijo Harden. "Veo bien borroso ahora. Espero que mejore con los días".

Faltando 6:27 minutos, cuando Harden fue al vestuario con una toalla sobre su ojo izquierdo para cubrir un corte, Green le dio una palmada en la espalda y se aseguró de que estuviera bien.

Harden regresó a los 7:09 minutos del segundo cuarto.

"Estábamos peleando por un rebote. Cometí un error y le pegué en el ojo", dijo Green. "No se trata de lastimar a alguien en la cancha. La gente lo olvida a menudo, cuando un tipo se lesiona, uno vive con eso todos los días, cada segundo del día. No se trata de solo este partido... Al final del día las lesiones van más allá del básquetbol".

Pese a que se sentía mejor, Harden todavía no se sentía totalmente recuperado.

"Dio pelea. El hombre no parecía estar en buenas condiciones en la primera mitad, creo que tal vez ha mejorado un poquito", dijo el entrenador Mike D'Antoni. "Pero lo manotearon feo en los ojos. Pero así es él. No tenía dudas de que regresaría a menos de que fuera algo catastrófico. Estoy seguro de que le hubiera encantado jugar mejor. Bajo las circunstancias, creo que jugó extraordinariamente".

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