CONGOJA

El softbol despide con llanto a Marrero

Salvador Marrero, en foto de archivo en su hogar.

Salvador Marrero, en foto de archivo en su hogar.

Salvador Marrero, una de las columnas que sostuvieron el softbol en la etapa que ese deporte adquiría la mayoría de edad en el país, tuvo su última salida ayer cuando su cuerpo sin vida fue sepultado en el Cementerio Cristo Rendentor a la edad de 79 años.

Marrero, para muchos el más grande lanzadores de molinete dominicanoculo, fue velado desde el martes en la Capilla La Paz de la Funeraria Blandino de la avenida Abrahm Linclon.

Bienvenido Viola, quien durante doce años (1986-1997) fue su receptor en el equipo de la Policía Nacional, lamentó el deceso de Marrero.

“Él no solamente fue un gran lanzador, sino una excelente persona que ayudaba mucho a los jóvenes”, resaltó Viola.

Recuerda que en 1981 “cuando llegué del campo” (Mao) lo acogió diciendo que iba a ser un buen softbolista y le ayudó para que formara parte de los Astroboys de Toshiba, desde donde el coronel Rafael Luis López le llevó al de la uniformada, que también dirigía.

Dahiana Marrero, una de los tres hijos que el legendario lanzador procreó con María Socorro, lo definió como “un luchador” que trabajó hasta el último día que pudo.

“Vivía orgulloso de nosotros. Fue el padre que toda mujer quisiera tener para sus hijos”, manifestó la hermana de Rosa María y Salvador Marrero Jr..

Lanzador. Fue el más dominante en la época dorada del Torneo de Softbol del Distrito Nacional.

Un grande. Tuvo la virtud de brillar con El Manicero y los Astroboys, los dos mejores equipos de entonces.

Profesor. Fue mentor de los pitchers José Minaya, Silvio Rodríguez, Virgilio Polanco y Manuel Vargas Torres. Éste último su principal discípulo.

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