El Deporte

CONEXIÓN BRASILEÑA

Entrenadores Brasil marcan el camino en Proyecto Femenino

Marcos Kwiek ha estado al frente del Proyecto Nacional de Selecciones Femeninas de Voleibol desde el año 2008. /FIVB.

Las cinco inéditas medallas obtenidas en campeonatos mundiales y el hecho de ser apenas el segundo país que mantiene a sus cuatro selecciones nacionales entre las mejores diez del mundo, son los hechos más trascendentes alcanzados por el Proyecto Nacional de Selecciones Femeninas de Voleibol bajo la gestión del brasileño Marcos Kweik.

Luego trabajar del 2003 al 2007 como asistente principal del laureado entrenador José Roberto Guaimares --Ze Roberto-- en la selección del Gigante Sudamericano, vino en febrero del 2008 para ver el proyecto.

Cuatro meses después, en junio, aceptó la oferta que Cristóbal Marte le había puesto sobre la mesa desde hacía un tiempo.

La primera impresión que tuvo no le gustó para nada: el viejo pabellón de voleibol del Centro Olímpico. La segunda sí. Percibió que había talento de camino.

“Poco espacio para mucha gente. Un lugar no adecuado para una selección”, considera Marcos sobre una instalación en la que el proyecto ha tenido que convivir desde que Marte y el entrenador cubano Jorge Pérez Vento lo iniciaron en 1994 con tan buena visión que muchos de los resultados obtenidos aún tienen como base el trabajo de entonces.

Primeras impresiones Contrario a lo que pudiera pensarse, no se enfocó en unas “Reinas del Caribe” que habían desplazado a Cuba como potencia regional, sino en los grupos que integraban las colectivos Sub-20 y Sub-18.

“La primera semana que vine encontré un grupo de jugadoras con buenas perspectivas, pero con una estructura para el trabajo muy mala”, expresa.

“En realidad, lo que me gustó mucho fue lo que había en ese entonces de relevo. Una selección Sub-18 y una Sub-20 con buenas perspectivas que trabajando se podía lograr algo”, subraya.

Del primero llamaron su atención Jeoselina Rodríguez, “La China” Lisvel Eve Mejía, Marifranchi Rodríguez, mientras que de las juveniles le gustó lo que vio de Brenda Castillo, Niverka Marte, Marianne Fersola, Yonkaira Peña, Ana Binet y Cándida Marte, principalmente.

“La idea al principio fue ¥olvidarnos¥ de la superior (hace con los dedos la señal entre comillas) y hacer un buen trabajo de continuidad con el relevo para garantizar lo que teníamos de bueno en la superior con perspectivas de ser el espejo para las categorías menores y cambiar el sistema de juego, la mentalidad, que es una cosa muy difícil”, apunta.

“Lograr que se adaptaran a nuestra metodología, a nuestra filosofía de juego fue en la parte que más tuvimos que trabajar”, agrega Wagner Pacheco, quien dirige las selecciones Sub-23, Sub-20 y junto al dominicano Wilson Sánchez asiste a Marcos en la superior.

Eso y el reto que para éste supondría dirigir un proyecto, de ponerle su sello, pesaron más que la reducción de sueldo que tendría.

“Yo ganaba más del doble que aquí, pero vi una oportunidad de estar como líder de un proyecto, de poder dejar mi huella, que para mí era un ascenso profesional”, resalta el calificado técnico.

Él vino acompañado de su hermano Fabiano y de Pacheco para dirigir a las juveniles, el primero, y la sub-18 el segundo.

Fabiano se marchó al poco tiempo porque había dejado a su esposa embarazada.

En la actualidad el grupo lo completan Alexander Ceccato y Marcos Macedo, entrenador y asistente de la Sub-18); Joana Pimentel (fisioterapeuta), Marcelo Cezarano y el recién llegado Ricardo Oliboni (preparadores físico).

OPINION Se ha mejorado la técnica

MILAGROS CABRAL A Milagritos le sobran elementos para evaluar el proyecto, pues entró al mismo en 1998 y se retiró en 2012.

“La llegada de los brasileños nos dio un empuje increíble para meternos en el ¥Top Ten¥ en todas las categorías”.

Entiende que bajo las riendas de Marcos Kwiek se ha mejorado bastante en el aspecto técnico y que ello ha sido clave para estar entre las mejores del mundo.

“Mantenerse es lo importante. Estás, estuve y qué? No...estamos y seguimos estando es lo importante”.

La otrora salidora le saca su comida aparte a Jorge Pérez Vento, quien puso a andar el proyecto en 1994, a Miguel Beato Cruz, quien lo dirigió entre 2006 y 2008, así como a Wilson Sánchez y Cristian Cruz, “los muchachos dominicanos que están participando en el proyecto y que tienen una una capacidad increíble”.

Tags relacionados