Todavía queda del Oro que fue descubierto en Beijing

El sábado volví a ver muchas caras que hacia algunos años se me escaparon. Estuve en el boxeo de “ED2”, la nueva promotora que ha presentado dos veladas en el coliseo Teo Cruz y que está llevando una cantidad de público por encima del promedio.

El protagonista fue Félix “El Oro” Díaz, quien previo a esta aparición hubo declaraciones que lo acercaron al retiro e incluso lo situaban sin chance futuro, listo y servido.

Nada más erróneo que el criterio anterior, a pesar de sus 35 años el Oro Díaz lució en una de sus mejores noches, olvidó los formalismos olímpicos y emprendió sobre su rival de una manera nunca antes vista en su carrera, era como si hubiese algo personal entre ellos, nunca dejó de lanzar golpes de alto calibre, a distancia medio y corta, puso toda la carne en el asadero desde el primer campanazo, ¡al que caiga primero!. Y así fue, acabándose el segundo logró un triunfo fulminante, algo no propio en él, tampoco.

Dijo el Oro luego de su devastadora actuación en dos asaltos sobre el nagüero Abraham Peralta: “quería dejar claro de qué diablo estoy hecho” y quien lo vio no tiene dudas de que aún queda algo del Oro de Beijing 2008; aunque él y todos estamos claros, tiene que hacerlo rápido y no ante otro Terence Crawford.

PRIMERA DE MIKEY: Cuando se enfrentan dos grandes peleadores puede ocurrir cualquier cosa, nada está escrito en estos casos. De manera particular aconsejo ver los entrenamientos y el momento que atraviesa la vida personal y deportiva de cada uno, entonces inclinarse por un favorito.

Si analizamos el caso de Mkey García y su derrota ante Errol Spencel, veremos que el chico de sangre mexicana, pero californiano, en sus últimas tres salidas cometió muchos errores: peleó en 140 libras, luego bajó a 135 y el sábado subió a 147 ¡tres divisiones, diferencia de 12 libras!, pero eso no es lo peor, sino que lo hizo en un sube, baja y luego un “subión” para medirse al mejor de los tres titulares, el que boxea, pega fuerte y el que más asimila, por ello perdió ante Errol Spence Jr., quien entiendo pudo noquearlo, pero al verse con una ventaja lógica no quiso arriesgarse ante la pegada de García. El pleito fue bueno, tanto que repartió seis millones de dólares en partes iguales a los protagonistas.