La ingrata labor del entrenador

Una vez más, ante la actuación de la selección nacional dominicana se presenta el cuestionamiento al entrenador criollo.

La historia demuestra que las tres veces que la República Dominicana ha avanzado al Mundial de Baloncesto ha sido bajo las órdenes de un criollo.

En 1977, con Humberto Rodríguez y Faisal Abel, dos inmortales del deporte dominicano, como campeón del Centrobasket.

En 2013 le tocó el turno a Orlando Antigua, discípulo de John Calipari y que ha hecho vida de entrenador en los Estados Unidos.

Un cuarto lugar en el Premundial celebrado en Venezuela fue suficiente para avanzar.

Ahora, en el novedoso, interesante y debatido proceso de las ventanas creadas por la FIBA le correspondió el honor a Melvin López.

López, reconocido por sus grandes éxitos en el basket local, tiene ya un buen tiempo laborando junto a José -Maíta- Mercedes en el programa de selecciones nacionales.

Tanto uno como el otro han tenido que dejar sus tareas en los torneos locales y de la LNB -con una que otra excepción- para dedicar su atención al desarrollo de las categorías formativas y entrenar a los mayores en sus respectivos compromisos. Tal vez ninguno ha tenido una extensa carrera allende los mares.

Sin embargo tampoco se les puede quitar el mérito de que han sido dos columnas vitales para el éxito que ha tenido el baloncesto dominicano en su rama masculina en los últimos tiempos. Sin tener los principales recursos humanos, sin contar con los mejores jugadores, sin una cancha de entrenamiento ni de juego en óptimas condiciones y sin tener tampoco un gran apoyo por parte de los patrocinadores, estos hombres del baloncesto dominicano han demostrado que no son segundos de nadie sea de donde sea, venga de donde venga y llámese como se llame en el continente, con excepción de las potencias de Estados Unidos y Canadá. Para la Copa Mundial de China se puede contratar a quien sea, pero nadie puede negar la calidad, no solo de Melvin y Maíta, si no de cada uno de los entrenadores que, con más o menos experiencia, han estado involucrados en los más recientes triunfos del baloncesto dominicano.

Falta dar más valor a lo nuestro.

Que pueden ser mejores. Nunca se sabe todo, siempre hay tiempo y espacio para mejorar. Lo que no se puede o no se debe es sistematizar las críticas o ataques hacia alguien que está haciendo un trabajo y no es verdad que quiere hacerlo mal, sobre todo en un deporte tan seguido como es el baloncesto en nuestro país.

FASTBREAKS.- Lamentable la pérdida de Domingo Saint Hilaire hijo, un periodista 24/7 y uno de los más versátiles en capacidad de cubrir varias ramas del saber humano. Paz a su alma... Ya todos comienzan a confeccionar su equipo para la Copa del Mundo que se hará en China del 31 de agosto al 15 de septiembre. Faltan unos meses y mucho puede cambiar... En la NBA, los fanáticos de Lakers y Celtics sufren la caída de sus equipos. El margen de error de LeBron y los laguneros es pequeño, el calendario es muy complicado y no se vislumbra una rápida recuperación mientras se agota el tiempo de la serie regular. Del lado de Boston hay quejas de jugadores hacia la forma en que se están desarrollando las cosas sobre la duela. Van a clasificar, pero con el repunte de Milwaukee, Toronto y Filadelfia podrían quedarse cortos en los pronósticos que los situaban como casi seguros o automáticos representantes de la Conferencia del Este en la final de la liga... Se necesita que, como se está trabajando con el basket masculino, también se acuerden de las “muchachas”. Foul de todos los involucrados. No se siente el trabajo por ese lado