MEDIAS ROJAS
Alex Cora: "No fue tan fácil como la gente cree, pero todos cumplimos"
El manejador novato Alex Cora, que dirigió a los Medias Rojas de Boston a su cuarto título de la Serie Mundial en 15 años, el noveno de su historia, reconoció al concluir el Quinto Partido que ganaron a domicilio por 1-5 a los Dodgers de Los Angeles, que el triunfo no fue tan fácil como pareció.
"No fue tan fácil como la gente cree", destacó Cora, quien hizo malabares con su cuerpo monticular y movió las fichas de manera brillante para facilitar el triunfo de los bostonianos en la gran final.
La estrategia, el decantarse por David Price como abridor, y el bateo explosivo del primera base Steve Pearce, fue la fórmula perfecta que utilizó Cora para que los Medias Rojas consiguiesen la gran victoria y se alzasen con la gloria del "Clásico de Otoño", además de pasar de ser un equipo que al comienzo del siglo arrastraba un maleficio, a ser la envidia del resto de las mayores.
"Todo empieza con talento, los dueños. Todo el mundo habla de que tenemos la mayor nómina del béisbol. Y eso es un reto, la manera en que nos ven los medios y los fanáticos", valoró Cora. "Tenemos que ganar porque hay mucho dinero involucrado".
Nada menos que 230 millones de dólares de la nómina del equipo, propiedad del multillonario John Henry, quien al recibir el trofeo de campeón de la Serie Mundial reconoció que "éste es el equipo más grande en la historia de los Medias Rojas".
Cora destaca que ahora que ya tienen el título, los aficionados de los Medias Rojas, a los que comparó igual de entusiastas a los puertorriqueños podrán disfrutar al máximo.
"Los fanáticos en Boston son tan locos como los de Puerto Rico, no puedo imaginar lo que está sucediendo en Boston", comentó Cora durante la premiación que cerró una campaña memorable de su equipo, que superó las dudas que al principio de temporada había sobre el pitcheo del relevo, que luego resultó brillante y decisivo.
Por su parte, el hombre que decidió el fichaje de Cora como manejador de los Medias Rojas, el veterano presidente de operaciones de los Medias Rojas, Dave Dombrowski, quien también vivió la experiencia del título de la Serie Mundial con los Marlins de Florida (1997), admitió que conseguirlo es algo muy difícil.
"Es difícil ganar", reconoció Dombrowski. "Hemos estado en la postemporada y hemos ganado divisiones (2016 y 2017), pero no conseguíamos el campeonato. Eso te demuestra lo difícil que es".
Los Medias Rojas tuvieron marca de 11-3 en la postemporada, perdiendo una sola vez en cada una de sus tres series.
De paso, Boston se convirtió en apenas el sexto equipo con mejor récord en la campaña regular en coronarse campeón desde que se implementó el sistema de los Comodines en 1995.
Curiosamente, los Medias Rojas lo han hecho tres veces, en el 2007, el 2013 y ahora en el 2018.
El equipo de Boston se vio casi invencible como equipo visitante durante esta postemporada al concluir con marca de 7-1.
Esta edición de Boston es apenas el segundo equipo en la historia en ganar al menos siete partidos o más en playoffs/Serie Mundial, uniéndose a los Yanquis de Nueva York de 1996 con marca perfecta de 8-0.
"Había mucha presión encima de nosotros", reconoció el torpedero arubeño de los Medias Rojas, Xander Bogaerts, quien también fue parte de los campeones del 2013. "Teníamos el equipo con más victorias y al final, nosotros lo hicimos".
Para alzarse con el título, Boston tuvo que derrotar a unos poderosos Yanquis, que venían de ganar 100 juegos en la temporada regular, más su contundente triunfo sobre los Atléticos de Oakland en el Juego del Comodín.
Los Medias Rojas siguieron con la eliminación de los Astros de Houston, los campeones del 2017 que habían ganado 103 partidos, en la regular, y habían barrido a los Indios de Cleveland en la primera ronda.
En el Clásico de Otoño fueron sus rivales unos Dodgers que repetían como monarcas de la Liga Nacional y tenían seis años seguidos ganando su división.
"En los playoffs, cualquier puede ganar", dijo el receptor de los ahora campeones, el venezolano Sandy León. "Pero nosotros fuimos mejores, jugamos un mejor béisbol y gracias a Dios, todo salió bien".