La Serie Mundial

Se está celebrando la Serie Mundial número 113 de la historia de las Ligas Mayores que se cuenta a partir de 1901, cuando nació la Liga Americana. El evento comenzó a efectuarse, dentro de ese contexto, en 1903, los Americanos, hoy Medias Rojas, de Boston derrotaron a los Piratas de Pittsburgh, representantes de la añeja Liga Nacional, con cinco triunfos frente a tres derrotas. Se le llamó Serie de Campeonato Mundial y a pesar que los representantes del naciente circuito habían obtenido el triunfo en el primer torneo, al año siguiente John T. Brush, dueño de los Gigantes de Nueva York, campeones de la Nacional, se negó a participar aduciendo que había una diferencia de nivel muy grande entre los dos circuitos. Era una forma de negarle la categoría de Liga Mayor a los de la Americana. No obstante, para el año siguiente el mismo Brush reconsideró su posición y aceptando la calidad del naciente circuito, propuso y se acordó una reglamentación que perdura en su esencia, siendo los principales puntos que la serie sería de un máximo de siete enfrentamientos, los jugadores solo percibirían beneficios de los primeros cuatro y el evento estaría manejado por una entidad que se conocería como Grandes Ligas y no por los equipos participantes. De esa manera nació también lo que hoy conocemos como Major League Baseball (MLB).

Con excepción del señalado año de 1904 y de 1994 por la huelga de jugadores, desde ese lejano 1903 se ha efectuado este mini torneo que se conoce como Serie Mundial. Ese largo trayecto ha creado una historia propia, donde se destacan acontecimientos que han convertido en ídolos a jugadores de ordinaria trayectoria, y al mismo tiempo a grandes estelares en inolvidables antihéroes.

Participación Dominicana Antes de la actual serie un total de 108 jugadores dominicanos, de nacimiento u origen, habían participado en el evento. Julián Javier, Rafael Belliard, Luis Polonia y Manny Ramírez son los de mayor intervención con cuatro, pero los que han sido parte de tres equipos coronados campeones son Alfredo Griffin, David Ortiz y Santiago Casilla. Griffin fue el campo corto de los Dodgers de 1988 y soporte del cuadro interior con los Azulejos de 1992 y 1993. Ortiz floreció como un verdadero héroe de los Medias Rojas en las tres coronas que han obtenido en este siglo, incluyendo el título de Jugador Más Valioso en el certamen de 2013 cuando disparó para promedio de .688, el segundo mejor de la historia únicamente superado por los .750 de Billy Hatcher en 1990, con la diferencia que el Big Papi realizó 25 apariciones al plato frente a quince de Hatcher. El ídolo de Boston encabeza ofensivamente a los dominicanos en Serie Mundial. Sus promedios de bateo, OBP y slugging de por vida de .455/.576/.795 en catorce juegos son ampliamente los mejores.

Por su parte Santiago Casilla está activo y por tanto tiene oportunidad aún de contribuir con un cuarto equipo campeón mundial. Intervino con los Gigantes de 2010, 2012 y 2014, apagando fuegos. Sus resultados fueron excelentes, en un total de cinco salidas hizo out a los quince bateadores que enfrentó.

Jugador Más Valioso Cuando David Ortiz obtuvo el señalado premio de Jugador Más Valioso del certamen se convirtió en el cuarto dominicano en recibirlo. En 1981 Pedro Guerrero con los Dodgers lo compartió con Ron Cey y Steve Yeager. Su aportación ofensiva fue evidente para el triunfo de su equipo. En los dos primeros juegos los Yanquis derrotaron a los Dodgers y Guerrero se fue en blanco. En los siguientes cuatro obtuvieron la victoria con su apoyo al conectar siete incogibles incluyendo doble, triple y dos jonrones remolcando siete.

En 1990 José Rijo con los Rojos realizó desde el montículo un trabajo extraordinario contra los Atléticos de Oakland que fueron barridos por ellos. Ganó los dos partidos que inició aceptando una anotación en 15.1 episodios, ponchando a catorce rivales.

Por último, Manny Ramírez en 2004 obtuvo el galardón cuando los Medias Rojas enterraron la “Maldición del Bambino” barriendo a los Cardenales, bateó para .412 de promedio y sorprendió en el tercer partido con un certero disparo desde el bosque izquierdo que cazó en la goma a Larry Walker.