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PRUEBA DE FUEGO | EXPECTATIVAS

Jenrry Mejía: tres años en el exilio del béisbol

Entrevista. Mejía responde preguntas de Pedro G. Briceño, en uno de sus pocos encuentros con Medios de Comunicación.

Los dos primeros pasos están consumados, ahora Jenrry Mejía enfrenta su prueba más fuerte y difícil en ruta de alcanzar su anhelado retorno a las Grandes Ligas.

Registrar una buena campaña este año con los Toros representa el principal objetivo para volver al lugar donde ya tenía una posición estable como cerrador de los Mets de Nueva York, hecho que comenzó a desvanecerse en abril del 2015 cuando dio positivo a Stanololol, y le provocó una suspensión por 80 partidos.

En el proceso de cumplimiento de esta le llegó una segunda, esta vez positivo en Boldenone y la misma se incrementó a 162 encuentros. Latercera se produjo el 13 de febrero y lo dejó marcado por el resto de sus días, pues es el primer y hasta el momento único jugador en ser suspendido de por vida en el béisbol.

Empero, al paso de un par de 3 años se produjo el proceso de ser reinstalado, hecho acontecido el pasado mes de julio, tras una reunión con el Comisionado de Béisbol, Rob Manfred consiguiendo el dominicano su añorada oportunidad de volver a insertarse en el béisbol.

Pocas semanas después, los Mets, su franquicia de origen le otorgan contrato, lo asignan a su academia en el país e incluyen en uno de los rosters del club en la Dominican Summer League, donde lanzó siete entradas en blanco en dos presentaciones como abridor, aceptando dos hits, sin carreras y abanicó a 10, hecho que unido a su esperado buen desempeño con los romanenses pudiera retornarlo a los entrenamientos para el 2019.

Con 28 años, Mejía es aún joven, atrás ha dejado su fatal experiencia con las suspensiones y tiene el reto, quizás más que cualquier novato de registrar un desempeño que los pueda volver a exhibir el uniforme de los Mets, equipo para el cual rescató 28 partidos en el 2014.

La tercera suspensión fue la más dolorosa Reconoce que cada una de sus presentaciones será escauteada con celos por personal de los Mets, quienes le medirán todo. “Esta representa otra nueva oportunidad que Dios me ha dado, él es quien me ha puesto nuevamente en el camino del béisbol y espero aprovecharlo al máximo”, expresó el lanzador, tras culminar una sesión de trabajo con los Toros.

“Siempre me mantuve entrenando, pocas veces bajé la cabeza, pues estuve confiado que esta oportunidad retornaría y estoy aquí para volver a echar mi carrera hacia adelante”, agregó el monticulista, quien lanzó en la gran carpa durante el período 2010-2015.

En una de las escasas presentaciones que ha tenido con medios de comunicación tras su suspensión definitiva, Mejía sabe que será un gran foco de atención para todos quienes siguen el béisbol invernal. “Confío en que puedo retornar al nivel de antes”, agrega el pitcher que el año pasado actuó con los Navegantes de Magallanes en el béisbol de Venezuela.

“Es un momento que solo puedo compararlo como cuando comencé mi carrera, con esa gran hambre de colocar magníficos registros y crecer de manera rápida por los circuitos minoritarios, era incansable”, agrega el lanzador, quien aunque no sabe el rol en que trabajará en el béisbol dominicano, si ha habido una determinada cuota de trabajo por parte de los Mets.

He aprendido de mis errores “He aprendido de mis errores y pagado el precio que esto me costó”, así respondió Mejía cuando Listín Diario tocó el tema de sus suspensiones. “Aunque he mantenido entrenando, pero no puedo ocultar que tenido un pasado difícil, pero ya pasó, me mantuve con gran fe y ahora me enfocaré en esta nueva oportunidad de retornar”, afirmó el lanzador.

Señaló que su madre fue de las principales personas que lo ayudaron a mantener la cabeza en alto. “En ocasiones la sentía afligida, lloraba, por mi situación, pero solo le decía vieja esto pasará pronto”, expresó un muy fluido Mejía, quien agrega que otras personas cometen errores peores.

La tercera suspensión fue la que más sintió Agrega, que de las tres suspensiones, la tercera fue la que más sintió. “de verdad no se como pasó la tercera, en un momento pensé que me revisarán mi situación, pero luego decidí dejarlo así, pues ya tenía dos encima”, sostiene.

“De verdad no la esperaba, me sorprendió y en un momento hasta pensé dejar el béisbol”, agrega.

“Me mantuve unos dos meses sin hacer nada, no quería entrenar, pero un día me dije a mi mismo que aún era joven y podía levantarme y mira lo que ha pasado, voy a lanzar en el invierno y de una buena presentación me llevaría de vuelta a las Grandes Ligas”, afirma.

SU ENTRENADOR Y JEURYS FAMILIA, LOS QUE MÁS LE APOYARON De los jugadores que más soporte les dieron durante su proceso de suspensión señala a Jeurys Familia, el mismo que tomó su puesto de cerrador con los Mets, como quienes les brindaron mayor ánimo.

“Bro esto le pasará rápido, manténganse trabajando fuerte que usted retornará al gran béisbol, le decía una y otra vez”, familia, quien fue sus sustituto en las labores de cerrador cuando sufrió el percance. Mientras que su entrenador Félix Méndez lo incoaba a trabajar fuerte todos los días.

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