DISTINCIÓN
La ACD reconoce a sus viejos robles
La Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo hizo un alto en el camino para reconocer la trayectoria de seis de sus más connotados viejos robles.
Tomás Troncoso Cuesta, el más famoso cronista dominicano de todos los tiempos, el que con “Un saludo cordial a todos” penetró durante poco más de cinco décadas a muchos hogares dominicanos con la buena nueva, con el comentario atinado sobre el acontecer deportivo nacional e internacional.
Limitado por los 83 años que lleva a cuesta, esta vez --por primera vez-- Tomás no tomó el micrófono y tuvo un papel meramente contemplativo.
Tommy, su hijo y colega, agotó el turno, pero le fue difícil porque la voz se le quebró en más de una ocasión y no le quedó más que bajar la cabeza hasta reponerse como pudo.
“Papí, estoy orgulloso de tí”, dijo entre lágrimas en el momento más emotivo del acto realizado por la benemérita institución en el Hotel Barceló-Lina.
Tommy, quien lo ha relevado en el el popular espacio “Los Deportes en Marcha”, agradeció el gesto de la ACD de rendirle homenaje a su padre.
Previamente, Rafael Díaz, quien compartió cabina con “El Técnico de los Ojos Verdes” en el Licey durante más de 15 años, hizo un pormenorizado pasaje de la trayectoria de éste en los medios electrónicos, poniendo especial énfasis en el programa radial matuti- no “Grandes Ligas en Acción”, que realizaba con Roosevelt Comarazamy y Fernando González Tirado, y que tanto aportó en su formación como cronista.
Turno de Roosevelt La semblanza de Comarazamy, que también fue reconocido, estuvo a cargo de Mario Emilio Guerrero, a quien ayudó a dar sus primeros pasos en el periodismo especializado en deportes.
Guerrero resaltó la versatilidad de “El Indú”, quien con elegancia y conocimiento aborda en la prensa escrita, como en radio, televisión y ahora en las redes sociales, temas relativos al béisbol, baloncesto, tenis, voleibol, fútbol y deportes motorizados, entre otros.
Al subir al pódium, Comarazamy, nacido en San Pedro de San Macorís en 1948 y cuya carrera periodística se inició 20 años después en el LISTIN DIARIO como traductor.
Su faceta de narrador comenzó en 1978 con los Leones del Escogido y luego continuó con los Caimanes del Sur, Tigres del Licey, Toros del Este (“¡Ahí vienen los Toros!”) y nuevamente con el conjunto azul.
Siempre didáctico, Comarazamy aconsejó a jóvenes a escuchar y no “querer correr más que la pelota”, a no dejar que las nuevas tecnologías les pasen por encima, a que sigan aprendiendo, capacitándose.
“Seamos siempre estudiantes”, enfatizó, Cuqui Córdova El cronista y poeta César Daniel Medina Díaz hizo un recuento del más prolífico escritor de libros del béisbol dominicano, tema sobre los que por más de 40 años mantiene dos columnas en este diario: Crónica de los Martes y Béisbol de Ayer, que se publica los Martes.
Medina Díaz destacó que la dimensión de “Cuqui” es tan extendida que en el 2015 el prestigioso diario New York Time vino al país y le hizo un reportaje en el que se su pasión por el popular pasatiempo y el hecho de haber convertido su hogar en una biblioteca.
Córdova, quien fue presidente de la ACD, recordó que el actual local de La Atarazana fue conseguido durante su gestión al frente de la entidad.
Bienvenido Rojas “El Tomate” abrazó este oficio en el 1972 como director de prensa del Torneo de Voleibol Superior de 1972. Dos años después comenzó a laborar en el vespertino La Noticia.
“Junto con Luis Fernández y Calderón formamos una trilogía que no tenía desperdicios”, manifestó, Bienvo, quien posteriormente dirigió las páginas del desaparecido vespertino de la Julio Verne, así como de El Siglo, El Expreso y La Nación.
La semblanza del hoy editor deportivo de Diario Libre la hizo el destacado redactor de ese medio, Nathanael Pérez Neró, quien resaltó calificó a Rojas como “una enciclopedia andante”.
La ACD también rindió cálidos homenajes a Luis Fernández y Luis Márquez, Durante muchos años, Fernández fue editor deportivo de La Noticia y reportero del Show del Mediodía.
Su semblanza la hizo Lázaro García. Márquez, cuya semblanza fue realizada por su inseparable amigo Tomás --El Diablo-- Montás, ha hecho carrera como comentarista hípico al que, dijo, se enamoró en el 1944 con la apertura del Perla Antillana.
El veterano e inquieto cronista, quien estuvo acompañado de su esposa Lucía, fue, asimismo, dueño de caballos y director de Interior y Policía.