BARRANQUILLA 2018
El calor, el otro rival a vencer por los deportistas en Barranquilla
Si hay un rival a vencer por todos en Barranquilla, es el calor.
Este y la alta humedad han sido dos de los desafíos para gran parte de los deportistas, pues las altas temperaturas del mes de julio se han convertido en un contendiente a veces indescifrable, que eleva la dificultad en las competencias.
Las pausas para hidratación se han vuelto frecuentes, especialmente en las pruebas al aire libre. Y, por cuenta del calor y la humedad, el técnico del seleccionado femenino de balonmano, Félix Romero, pasó un susto. "La presión se puso alta y me sentí mal", afirmó.
Pero el caso de Romero no ha sido el único.
Una descompensación después de la premiación dejó en el suelo al bicicrosista colombiano Carlos Ramírez, por el fuerte sol que acompañó desde muy temprano las explosivas pruebas.
Luego de ese caluroso momento, el venezolano Jefferson Milano, que se alzó con la medalla de oro en el BMX, dijo a Efe que el tiempo en la pista para la competencia "fue como estar en el desierto".
"El sudor era como si estuviera bañándome", agregó.
La delegación que más ha sentido la inclemencia del calor ha sido la guatemalteca. Desde su llegada a la ciudad, los deportistas sintieron el choque térmico al ponerse a más de 30 grados centígrados y con una humedad que incluso incomoda a los locales y puede llegar a más del 90 por ciento.
"En Guatemala hace bastante frío, ha estado nublado y lloviendo. (El calor) nos afectó un montón pero aun así creo que todas dimos todo en la cancha", expresó la jugadora de hockey Daniela Vásquez.
Al equipo de baloncesto 3x3 también le jugó en contra la temperatura, que la elevó la velocidad del juego, la cercanía del público y un escenario al aire libre que desgastó en medio de la vistosidad de este deporte callejero con influencia urbana.
"No recuerdo haber jugado a esta temperatura. Jamás había estado en un lugar con tanto calor. Es muy húmedo", expresó a Efe la basquetbolista Ileana Cobá, nacida en Quetzaltenango, "el departamento más frío de toda Guatemala".
Indicó que, pese a todos los esfuerzos, no consiguieron aclimatarse en Barranquilla, pues en su país permanecen a unos 14 grados y en las noches incluso se presentan temperaturas bajo cero.
Para intentar sortear esa situación, que las dejó menguadas luego de cada partido, intentaron buscar la forma de hacer una transición menos dramática para no sufrir tanto en la competencia.
"Tratamos de no usar tanto en los cuartos de la villa el aire acondicionado para adaptarnos y al momento de salir no sentir un gran calor", comentó Cobá.
El fisioterapeuta Josué Paz, que trabaja con los seleccionados de baloncesto y voleibol de Guatemala, detalló que al no estar acostumbrados a las altas temperaturas, durante la preparación previa a las justas los deportistas trataban de entrenarse al mediodía para "acercase un poco" a lo que experimentarían en Barranquilla.
"Nosotros no estamos acostumbrados a este calor. Es muy intenso. Lo intentamos manejar con crioterapia y mucha hidratación", sostuvo Paz.
A ellos también se unieron varios nadadores mexicanos, que barrieron en las justas, pero que han tenido como uno de sus rivales al calor al momento de luchar por una medalla, pues las condiciones del agua cambian y el cuerpo no responde igual a cuando se está cerca de los 35 grados.
Para Adriana Loftus Jiménez, entrenadora del equipo de nado sincronizado de México, los primeros días fueron los más difíciles, pero luego consiguieron tener una "adaptabilidad rápida" a las condiciones, pues los deportistas están acostumbrados a competir en piscinas cubiertas como descubiertas, con el agua fría o con el agua caliente.
"Es un calor terriblemente fuerte, muy muy fuerte. El primer día de entrenamiento, inclusive, algunas de ellas se sintieron mal, sofocadas por el calor tan fuerte", comentó Loftus, quien admitió que "también afecta" la temperatura del agua, pues en Barranquilla estuvo "bastante caliente".