Curazaleño Jurrjens presente con el Licey

El nombre de los Tigres del Licey le resulta común al curazoleño Jair Jurrjens porque en la barbería donde se recorta en Atlanta, Georgia, la “Dominican Barber Shop”, la Liga Dominicana es tema obligado y, por supuesto, la rivalidad que ese equipo tiene con las Águilas Cibaeñas.

“Donde yo me recorto allá en los Estados Unidos, casi todos son fanáticos del Licey y me dijeron que tengo que ponerme las pilas y hacer un buen trabajo”, expresó el veterano lanzador tras culminar su primera práctica con el Licey en el complejo de los Marineros de Seattle.

Reveló que tan pronto se enteraron que había sido contrato por los felinos. ellos se han comunicado con él por las redes y otras vías para advertirle que tiene que realizar un buen trabajo, sobre todo, cuando le toque enfrentar al conjunto amarillo.

“Oye, te tienes que poner las pilas, especialmente contra las Águilas”, relató que le dijeron los barberos dominicanos del negocio ubicado ubicado en Atlanta, Georgia, donde Jurrjens hizo residencia desde que fue transferido por los Tigres de Detroit a los Bravos en el 2008, cuando se afianzó en las Mayores al registrar 13-10 y ERA de 3.68 en 188.1 entradas.

El derecho de 31 años también vistió los uniformes de los Orioles de Baltimore, Rockies de Colorado y Los Dodgers de Los Ángeles, en cuya sucural AAA

Oklahoma City, tenía récord de 4-3 y 4.64 de efectividad en 54.1 entradas al momento de ser suspendido en junio pasado por 80 juegos debido a consumo de sustancias prohibidas.

Enfoque La necesidad de acumular entradas y de conseguir trabajo en el béisbol organizado o en las ligas asiáticas, hizo que desde entonces Jurrjens se interesara en el béisbol del Caribe.

A mediados de agosto, Fernando Ravelo, asistente de Junior Noboa, vicepresidente de Operaciones del Club Atlético Licey, le llamó para que formara parte de los actuales campeones de la Liga Dominicana.

Inmediatamente, el veterano serpentinero constató a su amigo Jurickson Profar, un talentoso infielder también oriundo de Curazao que jugó con el club en las temporadas de 2012-2013 y 2013-2014, a los fines de investigar un poco más sobre el equipo, y éste le habló de manera elogiosa sobre la forma como trata a los jugadores y que la iba a pasar bien aquí.

“Se me hizo fácil tomar la decisión de venir acá. Yo quiero jugar pelota, amo este deporte y quiero otro chance”, puntualizó el pitcher, quien lanzó brevemente por última vez en el Gran Circo en el 2014 cuando pertenecía a los Rockies, con quienes tuvo foja de 0-1 y un alto promedio de carreras limpias permitidas de 10.61 en dos presentaciones como relevista.

“Estoy aquí para abrir ojos, tratando de buscar un trabajo para el próximo año en las ligas mayores o en Asia”, declaró.

“Es mi primera vez en el invierno y qué bueno que sea con el Licey”, subrayó mientras secaba el sudor de su frente.

Adelantó que no tiene límites y que tienen pensado laborar hasta el último día de la temporada poraque su meta es ayudar a los Tigres a repetir la corona.

“Estoy aquí para ayudar al equipo lo más que pueda”.