El Deporte

NO RENUNCIA TRAS LESIONES

“Soy un hombre luchador y como puedes ver aquí estoy”, dice Luguelín Santos en Londres

Foto de archivo.

En el mismo escenario donde hace casi cinco años fue coprotagonista junto con Félix Sánchez de la noche más memorable de la República Dominicana en los Juegos Olímpicos, Luguelín Santos insistió que no dejará de perseverar en medio de calvario de lesiones que ha sufrido en las últimas temporadas.

Santos no pudo superar la primera ronda de las eliminatorias de los 400 metros del Mundial de atletismo al cronometrar 45.73 segundos para figurar 24 entre los 52 participantes. Otro resultado decepcionante tras quedar eliminado en las semifinales de los Juegos de Río el año pasado, luego de su medalla de plata en la olimpiada de Londres 2012.

Pero el mero hecho de poder haber corrido en el Estadio Olímpico de Londres fue un aliciente para Santos, recién recuperado de una fractura de estrés del sacro. Se trata del hueso situado entre la columna vertebral y la pelvis.

Según Santos, fue una lesión “muy rara” que puso en riesgo su carrera debido a “ahí cae todo el peso del cuerpo”.

“Me quedo contento porque hace un mes ni siquiera podía correr”, afirmó Santos, de 23 años. “Estuve aproximadamente dos meses en cama, acostado sin hacer nada y con un mes de entrenamiento fuerte pude llegar a correr 45 segundos aquí en Londres. Hace dos meses, los doctores me decían que posiblemente no iba a correr más”.

“Soy un hombre luchador y como puedes ver aquí estoy”, añadió. “Estar aquí y poder correr, es un triunfo. Si dejas meterte algo negativo en la cabeza, no hubiera podido estar aquí”.

El 6 de agosto de 2012, Santos y Sánchez firmaron una noche fenomenal para el atletismo dominicano. Además de la plata de Santos, el “Súper” Sánchez emergió victorioso para colgarse su segundo oro olímpico en los 400 metros con vallas.

Santos lamenta que las lesiones han frenado su progresión en la élite de su distancia. La misma es gobernada por Wayde van Niekerk, quien en Río 2016 se proclamó campeón tras triturar el record mundial que Michael Johnson había detentado durante 17 años.

“El año pasado fue un muslo y ahora el hueso, pero yo no pierdo la esperanza”, dijo Santos, quien ahora luce un moño en su cabellera y entrena en Barcelona.

Regresar a Londres prendió su ilusión de que aún puede volver a estar en los primeros planos en los 400. “Ha sido grandioso volver”.

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