BÉISBOL DE AYER

Andújar Cedeño

Andújar, con el uniforme de los Azucareros del Este, la representación de La Romana, en la campaña de 1989-1990.

Andújar, con el uniforme de los Azucareros del Este, la representación de La Romana, en la campaña de 1989-1990.

La Romana es una provincia costera. Su parte sur es bañada por las aguas del mar Caribe. La temperatura promedio anual de la provincia es de 26.3oC. La precipitación promedio anual de lluvias es de 1,040 mm. Es la tercera provincia de menor extensión del país, con 653.95 Km2, ocupando el 1.3 por ciento del territorio nacional.

El río Chavón es un importante atractivo turístico de La Romana y esta ciudad es un puerto de las Antillas, de comercio internacional, cuyo principal beneficio es el cultivo de la caña y la producción de azúcar.

De esta parte del este del país han surgido beisbolistas destacados. Algunos de ellos podríamos señalar, tales como Rafael Santana (Buenanoche), Amauris Telemaco, Julián Yan, Arnulfo-Miñin-Soto, y otros muchos más.

Hoy queremos rendir tributo a un atleta que jugó pelota y murió en un accidente automovilístico, igual como ocurre en la actualidad. Ese pelotero se llamó ANDÚJAR CEDEóO DONASTORG, quien nació en La Romana, el sábado 21 de junio de 1969, algunos dicen que fue el 21 de agosto, hijo de Feliciano Cedeño y Ana Donastorg.

Andújar tenía dos hermanos peloteros, Domingo, el mayor, muy conocido, ya que jugó en las Grandes Ligas y en Dominicana implantó un récord de juegos seguidos bateando de hit (30), durante la temporada de 1995-1996, y Eddie, el menor de ellos.

Andújar intervino en la pelota de aficionados por poco tiempo, pues fue contratado por los Azucareros del Este en 1988, cuando tenía 19 años de edad. El romanense medía 6 pies y 1 pulgada de estatura y pesaba alrededor de 168 libras, tiraba y bateaba a la derecha.

Cedeño jugaba en el infield, unas veces en segunda, otras en el short y en primera también.

En la primera campaña del criollo oriental con los Azucareros, la de 1988-89, sólo intervino en 10 partidos, donde conectó 6 hits en 23 turnos, para un average de 261, era su debut en el profesionalismo. En su segunda experiencia marcó 255 de promedio ofensivo, pero ya en su tercer año disparó para 273, mostrando que era un novato con futuro.

Se tenía mucha esperanza del porvenir de este muchacho, que venía de una familia de peloteros y que poco a poco estaba aprendiendo y dando la talla.

Los entrenadores y técnicos de la época hablaban bien del novato, se esperaba que con el tiempo y jugando mucho llegaría a convertirse en un magnífico player.

Se creía de Cedeño que llegaría bien lejos, eso mostraba en sus primeros años de haber pasado a la pelota rentada.

Miren qué swing se le nota al prospecto de La Romana, en el momento que está esperando la esferoide para conectarla a terreno de nadie.

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