Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

CLASE 2016

“No seré tan bella como mi madre ni ella jugará tenis como lo hago yo”

Le dedica su exaltación a la inmortalidad a su padre Alexander Schad

Cuando pudo haber empezado, ella terminaba su carrera con solo 24 años de edad, pero sus logros alíferos le permitieron alcanzar el honor de instalarse en el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.

A sus 43 años, Joelle Schad será una de las figuras más frescas y joven en entrar el 16 de noviembre al palacio del honor del deporte local con una trayectoria de medio tiempo, pero rica en resultados.

“Entrar al salón de la fama para mi es un sueño, sabía que en algún momento ocurriría, quiero aprovechar para agradecer a una persona muy especial que me protegió a cada paso, ese fue mi padre y este galardón de cierre es para él, quiero dárselo por entero a él desde lo más profundo de mi agradecimiento, con amor”, ofrendó la larguirucha atleta se retiró en 1987 en Indianápolis.

Su madre tiene 70 años, pintó la familia a pincel y colgó la obra en la terraza, pero doña Sara Olimpia Frómeta se destaca en la historia local por haber sido una flamante reina de belleza en el concurso de 1962, lo que fue en algunos momentos ardid de muchos admiradores de Joelle en su entorno.

“Algunas personas que conocen a mi mamá, me decían que me parecía a ella, pero que no lograba alcanzar su belleza, comparación que nunca entendía.

“¿Por qué me decían eso, a que venía esa comparación? En verdad no me agradaba… un día, quien mas me molestaba con el tema, le contesté de la siguiente manera: Tiene razón, nunca seré tan bella como mi madre ni ella podrá jugar al tenis como lo hago yo”.

La visión de Gonzalo El entonces presidente de la federación de tenis, Gonzalo Mejía, fue el visionario del talento de Joelle, desde los 10 años estuvo involucrándola en todos los eventos posibles, incluso, quiso que hiciera el equipo dominicano para Santiago’86, pero era una niña todavía con menos de 14 años y fracasó en la diligencia por negación del padre de la atleta.

Los Juegos Centroamericanos y del Caribe México’90 fue su gran vitrina internacional, alcanzando el oro en sencillos para damas, plata por equipo, bronce en dobles y otro bronce en dobles mixtos junta a Madeline Sánchez y Rafael Moreno.

Un año mas tarde fue subcampeona panamericana en La Habana’91, donde fue derrotada en la final por la norteamericana Pam Sheaver, quien fuera número uno del mundo (WTA) en dobles; mientras que en Ponce’93 participó en la consecución de dos medallas de bronce en la contienda por naciones y en dobles mixtos con Johnson García.

Fue el primer tenista dominicano en asistir a unos Juegos Olímpicos, en Atlanta’ 96, es una muestra del talento que exhibió Joelle.

La de mejor ranking Schad era el atleta de tenis que más lejos había llegado en las canchas profesionales internacionales, hasta que Víctor Estrella la desplazó.

“Para el tiempo que duré jugando profesional, casi dos años, logré un buen ranking; algunas de mis amigas atletas internacionales que llevaban cinco y hasta siete años andaban por los 400 y 500 puestos”, explica con humilde y destaca la permanencia que tenía en conseguir sus metas.

En junio de 1996, previo a su retiro el siguiente año, Schad se ubicó en la posición 243, en sencillos, y 190 en dobles, en el ranking de la WTA; mientras que Estrella subió 19 posiciones para trepar al puesto 224 del planeta en agosto de 2008, desplazando a la “Reina de los Juegos Centroamericanos y del Caribe México’90”.

Joelle nació el 13 de marzo de 1973, es la segunda de cuatro hermanos, los dos últimos son mellizos y uno de ellos, sacerdote… tiene dos hijos: Oliver Nicolás, de 13; y Joelle Alexandra, de 10, productos de su matrimonio de 14 años con el dominicano Oliver Fiallo.

Tags relacionados