PRESENCIA DOMINICANA
Marca de ponchados
Luce muy difícil que este año en la serie regular un lanzador logre un promedio de ponches propinados por encima de la cantidad de entradas lanzadas. A este momento Rudy Owens, de las Estrellas, y Edward Valdez, del Escogido, disputan esa corona entre los que tienen la cantidad de episodios que oficializan su trabajo y ambos están por debajo del nivel señalado. En las últimas tres temporadas el líder de este departamento ha estado en ese o por encima del indicado porcentaje y desde que se inició en 2000-01 el actual formato de la primera etapa de los torneos, un total de trece, en siete por lo menos uno consiguió ese tipo de conquista. Esto incluye el récord que en el 2002-03 logró el zurdo Arnaldo Muñoz cuando abanicó a 74 en apenas 40.2 entradas, un promedio de 16.4 de cada nueve, superando a Kent Howell que en 1984-85 como relevista del Licey había ponchado a 71 en 47 entradas para 13.6 de porcentaje. Esa marca a través de la historia de nuestro béisbol ha tenido muchos aspectos a considerar. Historia esta que ha tenido muchas variables que deben ser tomadas en cuenta, sobre todo por lo que influye la cantidad de juegos jugados, equipos participantes, formato del calendario y cantidad de juegos efectuados. Por ejemplo, en la época de los torneos veraniegos de 1951 a 1954 cuando solo se jugaba los fines de semana ningún lanzador consiguió pochar más bateadores que las entradas que completó. El mejor fue Roy Partlow en el primer campeonato de 1951, reforzó al Escogido en la segunda parte del certamen consiguiendo 58 ponchados en 66 entradas para 7.9 Kx9IL. Ya en el béisbol invernal el primero en pasar ese porcentaje de 9.0 fue Guayubín Olivo con el Licey en 1960-61 estableciendo marca de volumen con 160 y de promedio porque alcanzó esa cifra en 142 capítulos para 10.14 Kx9IL. Pero esa hazaña se logra en una campaña que se efectuó solo con jugadores nativos debido a una situación externa al béisbol. Eso obviamente provocó un descenso en el nivel de calidad del torneo en una época que el jugador criollo no tenía aún un gran desarrollo. Asimismo el inmenso Olivo para entonces había pasado de los cuarenta años de edad. La hazaña fue tan notable que a pesar de los señalamientos nadie se acercó a ella hasta que en 1989-90 el importado de las Águilas Jeff Edwards la superó con 10.31 al lograr 76 ponchados en 66.1 episodios. De hecho el único en la historia con cien entradas completadas y un porcentaje por encima de 9.0 es Olivo y el que más cerca ha estado en ese sentido fue James Richard de las Estrellas que en 1974-75 abanicó 103 en 104.1 capítulos. En un deporte de la naturaleza del béisbol este tipo de marca siempre hay que evaluarlas acorde al entorno en que ocurren y más aún en un caso como el dominicano cuyos torneos han tenido muchas irregularidades.