Beatriz Pirón a sus 18 años asume con gran responsabilidad ambos roles
Una joven madre que brilla entre las pesas
Desde los 14 años, la vida comenzó a ponerle pruebas contundentes a la pesista Beatriz Pirón. Representar con dignidad a su país en citas internacionales, así como la llegada de un embarazo no planificado le merecieron una meteórica transición de niña a mujer. Su pasión por las pesas le llegó tan temprano como a los cinco años, empero no todas las jovencitas están preparadas para ya gestar a los 14. Caminar de las manos con sus noviecitos, ir al cine, comer helados representan en la mayoría de los casos la ley de vida a esa edad. Con dotes de guerrera, lo cual asumió desde que era una niñita, que se crió entre pesas, en un ambiente donde se respiraban y saboreaban triunfos, pues su tía, la ex monarca Guillermina Candelario sembró y cosechó un legado que la ubican en lo más alto en la historia de esta disciplina en el país. Por cierto, la ex atleta ha sido el gran soporte de Pirón en el plano moral y en muchas ocasiones en lo económico, pues en su momento de estelaridad le correspondió vivir en carne propia esta difícil dualidad. “Ha sido mi mentora, le debo mucho a ella, de quien siempre voy a estar agradecida por haberme amparado en mis momentos más difíciles”, expresa. Con la ayuda de la ex campeona y su madre asumió con gran responsabilidad el más importante rol que puede tener una mujer. Ser madre, y aunque en momentos pensó que su carrera se le vendría encima, con “uñas y dientes” echó el pleito y se preparó para este nuevo reto que le proporcionaba la vida. También recibe gran ayuda de su actual pareja, Erlyn Ogando, quien al igual que ella es pesista. Una aventura Su embarazo fue producto de una especie de aventura con su novio de entonces José Luis Rojas, tras los nueve meses de gestación, nació Yamelka Elizabeth Rojas Pirón, quien en la actualidad cuenta con tres añitos y tal como narra la propia medallista panamericana, ella representa su gran inspiración y por quien debe continuar su escalada en el mundo de las pesas. Con 18 años, Pirón se ranquea entre las más sobresalientes a nivel mundial en los 48 kilogramos, pues en su más reciente competencia, el certamen mundialista celebrado hace un par de semanas en Lima, Perú, arribó al país exhibiendo tres preseas de plata, producto de su gran desempeño. Sus registros son 77 en arranque y 90 en envión para un total de 167. Pero también en su papel de joven madre sus calificaciones son elevadas, pues a pesar de que solo comparte con su retoño los fines de semana siempre se mantiene en contacto con ella principalmente vía telefónica. “Mami, mami qué me trajiste”, le expresa la inocente a su progenitora en un entrecortado y poco entendible español cada vez que la pesista viaja los sábados a San Pedro de Macorís a visitar a Yamelka y a sus padres Milqueya Candelario y Augusto Pirón.