El Deporte

PRESENCIA DOMINICANA

Rey del control

Tony Piña CámporaSanto Domingo

Es probable que las Águilas y la mayoría de los que abrevan en el béisbol invernal dominicano no sepan que John Halama alcanzó el año pasado superar una de las marcas más importantes de esta actividad. Esto, porque el acontecimiento no recibió nunca la divulgación que se merece, si es que hubo alguna, pasando desapercibido para la mayoría. En las 55 entradas que este zurdo trabajó en la anterior serie regular solo otorgó tres bases por bolas, lo cual arrojó un promedio de 0.49 por cada nueve episodios completados, superando lo conseguido por Silvano Quezada en 1969-70 cuando cedió cuatro pases gratis en 54.1 episodios para porcentaje de 0.66. El récord tenía cuarenta años de vigencia. A través de la historia del béisbol dominicano los lanzadores con un promedio de menos de una base por bolas otorgada por cada nueve entradas en una campaña son muy pocos. Quezada fue el primero en conseguir una jornada de ese tipo cuando en 1967-68 trabajó en 136 episodios otorgando catorce pasaportes para 0.93 de promedio. Ese año además, Chuck Taylor, un importado del Licey, consiguió promedio de 0.98 en más de sesenta capítulos siendo esa la única vez que en un torneo dos lanzadores consiguen resultados de ese tipo. En 1975-76 el recordado relevista Kent Tekulve de las Águilas trabajó en 63.0 entradas cediendo seis bases para 0.86 de promedio. Después de ese caso en solo otras tres ocasiones, con excepción de Halama, un lanzador ha logrado un dominio de ese tipo. En 1981- 82 Pascual Pérez con 0.94, José Mercedes en 2001-02 con 0.82 y en 2003-04 Doug Linton con 0.92. El primero trabajó en 105.2 episodios y los últimos dos en 55 y 48.2 respectivamente. Únicamente siete pitchers en ocho ocasiones han logrado una hazaña de control de esa naturaleza en la historia del béisbol dominicano. Quezada lo alcanzó dos veces y únicamente él y Pascual Pérez han conseguido porcentajes de menos de un pasaporte por nueve episodios habiendo trabajado más de cien entradas. Con Halama de nuevo este año en la rotación de las Águilas se abren interesantes expectativas sobre lo que pudiera agregar en ese sentido. Seguirlo de cerca es válido, después de todo el control es la principal virtud de un lanzador, por encima de la velocidad.

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