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LIGA NACIONAL

Los Astros de Houston deben evitar iniciar dando tumbos

NUEVA YORK.- Los Astros de Houston se asemejan a un yoyo. ¿Cómo así? Sus temporadas recientes han tenido la característica de comenzar a los tumbos para terminar con feroces acometidas.

En 2005, los Astros llegaron a estar 15 juegos por debajo del porcentaje de .500 y nadie les daba opciones. Sin embargo, con un cierre 71-42, Houston logró alcanzar su primera y única Serie Mundial.

Y así varias veces, como el año pasado, cuando tuvieron el mejor récord de la Liga Nacional (42-24) tras la pausa del Juego de Estrellas.

El problema fue que en los meses previos habían cavado un hueco demasiado profundo para venir de atrás en la división Central. También incidió el huracán Ike, que causó estragos en la infraestructura de la ciudad y les forzó a jugar partidos como local contra los Cachorros de Chicago en territorio neutral.

Su manager Cecil Cooper ya no quiere saber de épicas remontadas y en los entrenamientos de primavera ha puesto énfasis en jugar con intensidad desde el inicio.

“Hay que hacer las cosas como se debe desde ya, no dentro de dos semanas”, advirtió luego que el equipo perdió seis de sus primeros siete de pretemporada.

Cualquiera pensaría que un equipo que estuvo cerca de alcanzar los playoffs se iba a reforzar, pero no fue así.

La situación económica incidió en los planes de los Astros, que marcaron un límite de gastos en su nómina que oscila los 100 millones de dólares. Mucho de ese dinero, unos 60 millones, se concentra en cuatro hombres: Miguel Tejada, Carlos Lee, Lance Berkman y Roy Oswalt.

El mejor ejemplo de que el equipo se tomó en serio apretarse el cinturón fue el caso del pitcher zurdo Randy Wolf. Cuando todo parecía decidido para un contrato de tres años y 28,5 millones, los Astros se percataron de que las cuentas no les salían y retiraron la oferta. ¿Y Wolf ? Prácticamente tuvo que mendigar por un contrato de un año con los Dodgers de Los Angeles.

Ahora bien, los Astros podrían acabar arrepintiéndose de no tener a Wolf, quien fue clave en el repunte de la segunda mitad el año pasado.

Aparte de su estelar abridor Oswalt (17-10, 3.54 de efectividad), la rotación despierta muchas dudas.

El zurdo Mike Hampton, un serpentinero que en los últimos años ha pasado más tiempo en la lista de lesionados que en la lomita, constituyó la principal adquisición.

Hampton vuelve a Houston, donde en 1999 consiguió la mejor campaña de su carrera con una foja de 22-4.

Pero se perdió por completo las campañas de 2006 y 2007, aunque el año pasado logró realizar 13 aperturas con Atlanta y acabó con marca de 3- 4 y 4.85 de efectividad.

Aunque difícilmente Hampton pueda ser el mismo de antes, los Astros esperan que pueda ayudar como mentor de sus pitchers en ascenso, como el zurdo dominicano Wandy Rodríguez.

Houston cifra sus esperanzas en que tanto Rodríguez como Brandon Backe den un paso adelante en cuanto a su contribución.

La de 2008 fue hasta ahora la mejor campaña de Rodríguez en las mayores con récord de 9-7 y una efectividad de 3.54.

Backe (9-14, 6.05) y Brian Moehler (11-8, 4.56) son los designados para llenar las otras dos plazas. Backe quiere demostrar que no es un mero prospecto con futuro y se propuso reducir los 36 jonrones que permitió, lo cual lo dejó entre los más castigados de los abridores de la liga.

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