Incongruencias

La participación en el Clásico Mundial de Béisbol de muchos jugadores estelares finalmente no se produjo, debido a los múltiples obstáculos que pusieron las organizaciones de las Grandes Ligas. El asunto es tan delicado y las ausencias debido a las numerosas restricciones de los equipos, que mucha gente se pregunta si realmente a las franquicias afiliadas a Major League Baseball les interesa la suerte del certamen. El torneo que comenzó ayer se jugará sin mayores inconvenientes, que a nadie le quepa la menor duda, y por lo menos esta versión será exitosa en términos de comercialización y asistencia a los estadios. ¿Pero, que ocurrirá en el 2013 si se continúa por el mismo derrotero de prohibir a las principales figuras del juego participar en la justa? Los clubes de las Ligas Mayores le están prestando un flaco servicio al evento, demostrando que su principal preocupación es mantener a sus peloteros en los campos de entrenamientos primaverales, es decir fuera del Clásico. El Open Camp Nadie atina entender la razón por la cual los organizadores del Clásico impidieron la realización de un campamento de prácticas del equipo dominicano, dizque con la excusa de que las reglas indican que era a partir del 2 de marzo que podían los peloteros de un país reunirse formalmente a entrenar con miras al certamen. Eso no tiene ni pie ni cabeza y favoreció a otras naciones, que desde hace tiempo sus peloteros estuvieron practicando juntos. Es el caso de Cuba, Japón y Corea del Sur, así como los restantes países asiáticos, donde MLB tiene poca o ninguna supervisión. Decimos que el veto al campamento no tuvo sentido, porque en el mismo, los jugadores estuvieron practicando en instalaciones de primera, bajo la supervisión nada más y nada menos que de Felipe Rojas Alou, de los coaches del seleccionado dominicano y de preparadores físicos capacitados, todos ellos empleados de las propias organizaciones de las Ligas Mayores. Se hace muy cuesta arriba pensar que los equipos y los responsables del Clásico, prefirieran que esos mismos peloteros entrenaran por su cuenta, tal y como lo estaban haciendo, en terrenos no aptos para un jugador con nivel de Grandes Ligas y sin ninguna vigilancia. ¿Dónde ustedes creen que más fácil se pueden lesionar estos peloteros, en play del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte o en las facilidades que cedió Junior Noboa para los entrenamientos en Boca Chica? Creo que la respuesta es obvia y el asunto no resiste el más mínimo análisis. Reglamentos y seguros Igualmente resulta incomprensible, que peloteros saludables no puedan participar en el Clásico debido a recientes disposiciones sobre la permanencia por un determinado período en la lista de incapacitados en la temporada anterior y por operaciones luego de concluida su participación en dicha campaña. Ese es caso de Albert Pujols, quien por haber sido intervenido quirúrgicamente luego de finalizada la temporada pasada se vio excluido del torneo por esos nuevos reglamentos, que impiden al seguro cubrir su participación. Pujols ha manifestado que está en excelentes condiciones físicas y que puede jugar en el Clásico, pero si no está asegurado le resulta imposible hacerlo. Sin embargo, el estelar inicialista criollo sí podrá ver acción en los entrenamientos y juegos de exhibición de los Cardenales de San Luis durante la primavera. En la misma situación que Pujols se encontraron muchos otros jugadores de cartel, como Adrian Beltrán y Alfonso Soriano, además del venezolano Johan Santana. Además, este asunto del seguro aplica para unos y para otros no. Este lío no hay quien lo entidad, la verdad sea dicha. Presión Aunque hay jugadores que se han escudado en sus clubes para no competir en el Clásico por voluntad propia, también están aquellos que una vez se reportaron a sus campos de prácticas en la Florida y Arizona, recibieron mucha presión de sus organizaciones para que desistieran de participar en el evento. Me refiero a los peloteros que se comprometieron a jugar, por no tener ninguna restricción para ver acción en la justa y luego al llegar a las practicas de sus clubes en Estados Unidos, sus dirigentes le aconsejaron diciéndoles, “mira nosotros no tenemos ninguna objeción de que tu vayas al Clásico, pero lo mejor para ti sería quedarte aquí y asegurar tu puesto en el equipo”. ¿Qué harían ustedes en su lugar?