Puerto Rico se viste de gala, pero lluvia puede dañar fiesta

SAN JUAN, Puerto Rico.- Puerto Rico viste sus mejores galas para recibir al Clásico Mundial de béisbol, y 72 horas antes del arranque del certamen los organizadores aseguran estar listos, mientras en la calle el pueblo especula en torno a sus favoritos y mira con aprensión a un cielo cargado de negros nubarrones.

San Juan, la bella capital boricua bañada por el Océano Atlántico, acogerá en su estadio Hiram Bithorn al Grupo D del Clásico, integrado por Puerto Rico, República Dominicana, Panamá y Holanda.

El fervor beisbolero en la isla se percibe desde el mismo aeropuerto, por donde llegarán el viernes las tres novenas extranjeras.

“El torneo va a estar duro, pero esta vez sí Puerto Rico tiene chance, porque no está Cuba y Dominicana ha perdido a muchos ‘caballos’ de Grandes Ligas”, dijo Artemio Barahona mientras maneja su taxi verde desde el aeropuerto Juan Muñoz Marín al hotel Marriot de Isla Verde.

CrisisCon la difícil situación económica que atraviesa el país, y el nuevo gobernador Luis Fortuño anunciando el eventual despido de 30.000 empleados públicos y la imposición de nuevos impuestos, el Clásico representa un alivio para miles de puertorriqueños, que ven los cinco días del evento con muchas esperanzas.

“Los ‘chavos’ (dólares) que gane ahora me van a venir muy bien. Van a ser cinco días que no voy a dormir mucho, pero hay que ‘pelarse’ (sacrificarse) duro para sacar el mes”, confiesa Barahona.

Pese a que en esta edición del Clásico Puerto Rico sólo acogerá a la fase preliminar de grupo, contrario al 2006 cuando además organizó los cuartos de final, el torneo viene a ser un alivio para la economía local. Se espera que el evento genere una inyección de más de 15 millones de dólares y se ocupen alrededor de 7.000 cuartos noches.